El truco para pintarte los ojos sin lápiz: solo necesitas una almendra
¿Has oído hablar del truco para pintarte los ojos simplemente utilizando una almendra? En las últimas semanas se ha puesto de moda en redes sociales, y a nosotras nos parece fabuloso por si en algún momento no tienes un lápiz a mano. Funciona a las mil maravillas y los resultados te sorprenderán.
El hollín de una almendra quemada crea un delineador de color negro intenso, que es tan bueno como el que puedes encontrar en cualquier tienda. Los materiales son muy simples, y seguro que los tienes todos en casa: una almendra, unas pinzas de depilar las cejas, un encendedor, un cuchillo de mantequilla y un plato pequeeño.
Cómo pintarte los ojos con una almendra paso a paso
Lo primero que debes hacer es sujetar la almendra con las pinzas de depilar para no quemarte, y quemarla con el encendedor. También te recomendamos utilizar unos guantes para proteger la mano.
En cuanto acerques el encendedor a la almendra verás cómo empieza a quemarse lentamente, produciendo algo de humo. No te preocupes, es normal. Continúa quemándola rotando la almendra en círculos hasta que la mitad se haya convertido en hollín.
A continuación, raspa el hollín con el cuchillo de mantequilla, de forma que caiga en el plato pequeño. Si quieres hacerte un delineado grueso y necesitas más hollín, sigue quemando la almendra o quema otra nueva.
Luego tienes que revisar el hollín y, si hay algún trozo grande, retíralo. Y, por último, simplemente tienes que impregnar el pincel delineador con el hollín de almendra y aplicarlo en el párpado superior. No necesitas mezclarlo con nada porque en cuanto lo apliques se va a mezclar con los aceites naturales de tu piel.
Ahora bien, si te gusta que el delineador tenga una textura más densa, puedes mezclar el hollín de almendra con un par de gotas de aceite de almendras o de coco.
Como puedes comprobar, pintarte los ojos con una almendra es lo más sencillo del mundo. Simplemente tienes que quemarla y raspar con el hollín con un cuchillo de mantequilla. Luego, aplica con un pincel delineador. ¡Te sorprenderá lo bien que se desliza por el párpado, como la seda!