Gucci inaugura a lo grande la Semana de la Moda de Milán

Gucci es extravagancia. A Alessandro Michele no le gusta la sencillez y una vez más lo ha vuelto a demostrar a lo grande en la Semana de la Moda de Milán, una de las citas más esperadas del calendario de la industria, con un -excéntrico- homenaje a la década de los 80.

La firma florentina se encuentra en su máximo apogeo y así lo ha reflejado sobre la pasarela milanesa, donde Michele ha exaltado, como es habitual en el diseñador, el exceso y la saturación propios de la época.

Looks cargados protagonizados por la superposición de prendas, el juego con estampados imposibles, guiños nipones, brillos y colores llamativos. Tampoco han faltado las nuevas versiones de los característicos complementos de la firma.

Chaquetas de piel en su versión más vintage, tops con logo «renovado» y delicadas faldas de seda con transparencias y bordados.

El raso ha sido el tejido y las lentejuelas, su mejor aliado. Los complementos de grandes dimensiones, en clave multicolor y en forma de collares, pendientes y gafas de sol, también han inundado la pasarela italiana.

Hasta el estilo working, de la mano de Gucci, se convierte en algo insólito y salvaje, con abrigos de print animal, que no deja indiferente a nadie.

Con este espectáculo, la casa italiana abría la fashion week de Milán, que se prolongará hasta el 25 de septiembre, como antesala a las propuestas para la próxima temporada primavera/verano 2018 de las marcas más reconocidas como Prada, Fendi, Moschino, Versace o Giorgio Armani.

La firma, con unos ingresos de 2.900 millones de euros de ingresos en la primera mitad del año, se posiciona como la segunda marca de lujo más potente del mundo, solo por detrás de Louis Vuitton.