#PlanesLook | El clásico “Jesucristo Superstar” de Ted Neeley conquista Madrid
El veterano intérprete estará en el Teatro EDP de Gran Vía durante tres únicas semanas
«Solo soy un viejo rockero de Texas que ha tenido mucha suerte en la vida». Aunque a simple vista pueda parecer la viva encarnación de Jesús, Ted Neeley tiene muy claro que tras cuatro décadas poniéndose en la piel de Cristo, aún tiene mucho que aprender de un personaje que, en sus propias palabras, «se lo ha dado todo».
El actor y cantante norteamericano regresa al Teatro EDP Gran Vía de Madrid para representar, durante tres únicas semanas, el musical «Jesucristo Superstar», basado en el filme homónimo de la década de los setenta, que le valió a Neeley una nominación a los Globos de Oro.
Ted Neeley en un momento del espectáculo / Margot de Heide
A pesar de que ya roza los 75, el texano sigue poniéndose en la piel de Jesucristo a los 33 años, lo que le ha hecho bromear con la idea de que cada año cumple esa misma cifra. Neeley asegura que esa edad es muy especial para él no solo porque está relacionada con su personaje, sino también con una fiesta que le preparó su familia cuando cumplió los 33, que fue tan bonita que le hizo decidir que a partir de ese momento siempre cumpliría 33. Frente a otras figuras de su generación, Neeley no tiene ninguna intención de retirarse y afirma se mantendrá sobre las tablas todo el tiempo que pueda.
Un récord sobre las tablas
Más de cuatro décadas interpretando a un mismo personaje le han convertido en casi un mito, tanto en la gran pantalla como en los escenarios. Para el actor, participar en el filme fue como un regalo, ya que fue allí donde conoció a su esposa. «La película me dio una mujer y una familia, de hecho mi hija ahora trabaja como Relaciones Públicas conmigo», declara. Sin embargo, no todo han sido momentos dulces. Neeley recuerda que durante el rodaje estuvieron aislados en una zona en la que se producían constantes bombardeos alrededor y que en algún momento pasó miedo. Un miedo que también sintió en los primeros años de éxito del espectáculo, una época de fuertes tensiones religiosas. «Era la época de la guerra de Vietnam y las protestas antisistema y antireligión, y llegué a pensar que podrían dispararme durante la escena de la crucifixión. Sin embargo, todavía sigo vivo”, asegura el veterano intérprete.
Ted Neeley en un momento del espectáculo / Margot de Heide
Una voz prodigiosa
Por difícil de creer que pueda resulta, el cantante es uno de los pocos artistas que a sus años sigue manteniendo intactas sus habilidades vocales. Una voz fascinante que desborda potencia y agilidad y llega a lo más profundo de la audiencia en temas como ‘Getsemaní’. Neeley lo tiene claro, «cuando nací, mi madre dijo que en lugar de llorar, canté y llevo cantando toda la vida». A diferencia de otros artistas, el de Texas no tiene formación vocal, lo suyo es un auténtico ‘regalo divino’. Quizás sea cierto que Neeley estaba predestinado a ejercer de una suerte de ‘profeta’ y quizás sea por eso por lo que se crece en el escenario y es capaz de llevar al público a una experiencia casi extrasensorial.