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Aluvión de críticas al nuevo e irreconocible rostro de Charlene de Mónaco

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Evolución Rostro Charlene Mónaco Belleza Transformación
GALERÍA: La impactante transformación del rostro de Charlene de Mónaco. / Gtres

Charlene Wittstock ha viajado hasta los Estudios Paramount de Los Ángeles para asistir a la gala de los Premios Princesa Grace como representante del Principado de Mónaco. Una cita creada con el objetivo de apoyar a nuevos talentos del mundo de las artes y que inevitablemente ha tenido como protagonista el nuevo y retocado rostro de la esposa del príncipe Alberto.

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Charlene de Mónaco en la gala de los Premios Princesa Grace. / Gtres

Todo el mundo habla de la última e impactante imagen de la princesa de Mónaco, que deja en evidencia el nuevo paso por quirófano de la royal. En esta ocasión, los pómulos y los labios parecen haber sido las principales zonas de retoque y el exceso de cirugía -y el evidente hinchazón- apenas han permitido a la Princesa sonreír durante el acto.

El paso de los años es inevitable, pero, desde que se casara con el príncipe Alberto de Mónaco, en julio de 2011, la transformación del rostro de la que fuera nadadora del equipo olímpico de Sudáfrica y su continuo sometimiento a diversos tratamientos estéticos parece no tener fin, especialmente en la zona de la boca. ¿El resultado? La Charlene de ahora poco o nada tiene que ver con la de hace diez años.

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Charlene Wittstock durante la gala de la Cruz Roja de Montecarlo celebrada en agosto de 2006. / Gtres

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En el año 2006, los rumores de un posible noviazgo entre Charlene y el príncipe Alberto de Mónaco comenzaron a dispararse. En aquel momento, la que fuera nadadora olímpica contaba con una belleza angelical protagonizada por piel tersa, melena rubia y nariz aguileña. En la imagen, Charlene Wittstock durante la gala de la Cruz Roja de Montecarlo celebrada en agosto de 2006. / Gtres
Los primeros cambios no tuvieron nada que ver con el bisturí. Charlene se despidió de su larga melena para apostar por un bob que aportaba un plus de feminidad a su imagen. En la fotografía, Charlene durante el Baile de la Rosa de 2008. / Gtres
El gran cambio comienza a partir de su boda con el príncipe Alberto, en julio de 2011. Tras el ‘sí, quiero’, fría, triste y distante son las tres palabras que mejor definen la actitud y expresión de Charlene. En la imagen, la princesa de Mónaco en un acto celebrado en septiembre de 2011. / Gtres
Rinoplastia, volumen en los pómulos y colágeno en los labios. Los pasos por quirófano de la ex nadadora comienzan a ser más que evidentes. En la imagen, la Princesa durante la Paris Fashion Week 2013. / Gtres
El rostro de Charlene adquiere rápidamente un aire artificial y se inyecta periódicamente bótox para intentar frenar las inevitables marcas del tiempo. En la imagen, en 2015, la ex nadadora olímpica durante el Festival de Televisión de Montecarlo. / Gtres
Además de los retoques mencionados anteriormente, también se rumorea que Charlene se ha podido someter a un aumento de pecho y a un pequeño retoque de barbilla para suavizar las facciones de su rostro. En la imagen, la Princesa en la 69 edición de la Red Cross Boll durante el pasado mes de julio. / Gtres
De natural y alegre a fría y distante. Su adicción al quirófano parece no tener fin y poco o nada tiene que ver la actual imagen de Charlene con la de hace 10 años. En su última aparición, durante la gala de los Premios Princesa Grace, la Princesa ha impactado con su nuevo rostro hinchazo y con la zona de los labios completamente desfigurada. / Gtres

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