El especial vínculo entre el compromiso de Beatriz de York y la reina Isabel
La hija de los duques de York acaba de anunciar su enlace con el empresario italiano Edoardo Mapelli Mozzi.
Beatriz de York está pletórica. La hija mayor del príncipe Andrés y Sarah Ferguson acaba de anunciar su compromiso con el millonario italiano Edoardo Mapelli Mozzi. Ha sido necesario menos de un año para que la nieta de la reina Isabel y el empresario tengan claro que están hechos el uno para otro.
El propio duque de York ha sido el encargado de anunciar la feliz noticia a través de un comunicado. La pareja se comprometió a principios de mes durante unos días de descanso en Italia. Un destino idílico donde Edoardo le hizo a entrega a Beatriz del anillo de pedida que se ha convertido en noticia en los últimos días. Una impresionante sortija que el empresario diseñó de la mano de uno de los joyeros más importantes del Reino Unido, Shaune Leane.
Se trata de una pieza de platino y diamantes que cuenta con brillante de más de tres quilates que ocupa la zona central y que se encuentra rodeado de otros diamantes de diferentes tallas y que abarcan toda la banda de platino. Una espectacular joya que fusiona los estilos victoriano y art decó y cuyo precio supera los 100.000 euros. La propia casa confirmó que había sido la elegida por Edoardo para este encargo a través de su perfil de Instagram, al tiempo que dejaba entrever que los novios ya habían solicitado la elaboración de dos alianzas, aunque no ha revelado más detalles al respecto.
Al margen de que el anillo es absolutamente sublime, lo cierto es que guarda muchas similitudes con otra sortija que ya hemos visto en la Familia Real. Al igual que el anillo de pedida que Jack Brooksbank entregó a la princesa Eugenia era muy similar al de su madre, Sarah Ferguson, el que Edoardo Mapelli ha diseñado para la princesa Beatriz es muy parecido al de su abuela, la reina Isabel. Un bonito gesto del futuro integrante del clan Windsor a la soberana.
La historia de la sortija de la madre de Carlos de Inglaterra es muy especial. El anillo tiene, igual que el de Beatriz, un gran brillante central de tres quilates, y varios pequeños a lo largo de la banda de platino. Sin embargo, a diferencia del caso de la Princesa, el duque de Edimburgo no lo compró en una joyería de cero, sino que procede del sacrificio de su madre, Alicia de Battemberg.
Debido a la guerra, la familia del consorte no pasaba por sus mejores momentos y cuando decidió que quería comprometerse con la hija del rey Jorge VI, su madre se ofreció a desmontar una de sus tiaras para que Felipe pudiera regalarle a Isabel un anillo. El Duque trabajó con los joyeros Philips Antrobus Ltd. y crearon una pieza personalizada que se ha convertido en una de las joyas más significativas de la Monarquía Británica.