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Como es tradicional, la Familia Real española se desplaza un año más hasta Palma de Mallorca, para disfrutar de la temporada estival. Ha pasado ya una semana desde que Felipe VI se instaló en el palacio de Marivent, su particular retiro estival donde ya le esperaba su madre, doña Sofía. Unos días después, concretamente el domingo, 30 de julio, aterrizaban en la isla la Reina Letizia y sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.
Mientras pasan en tiempo en familia después de haber estado un tiempo distanciados, teniendo en cuenta que la heredera al trono ha estado dos años de idas y venidas a consecuencia del Bachillerato Internacional que cursó en el UWC Atlantic College de Gales (pasos que seguirá a finales de este mes su hermana), el jefe de Estado está disfrutando de unas jornadas en alta mar con motivo de la 41ª edición de la Copa del Rey Mapfre, la regata más importante del Mediterráneo.
El pasado lunes y después de varios e intensos entrenamientos, el monarca reapareció en el Real Club Náutico de Palma (RCNP) para participar en la primera jornada. A su llegada, el Rey fue recibido por el Almirante Jaime Rodríguez, y ya en la puerta del Club le esperaban, la directora territorial de Mapfre, Mª del Carmen Sales, y el presidente del RCNP, Emerico Fuster. Después de varios días inmersos en la competición, el Aifos de la Armada Española, con el Rey Felipe VI a la cabeza, se ha impuesto en la regata costera de la clase Majorica ORC1 en la tercera jornada. Ahora, y teniendo en cuenta que este jueves ya es el ecuador de la regata balear, comenzará la serie final.
Para poder alcanzar el mejor resultado posible, el monarca y su tripulación deberán poner en común todos sus conocimientos. Pero, ¿quién acompaña a Felipe en esta aventura marítima? En la embarcación va un total de 12 personas, 3 menos que el pasado año, entre las que sólo hay una mujer, la suboficial de la Armada Natalia Díaz. Todos de nacionalidad española y la mayoría con carrera militar, a las órdenes del almirante Jaime Rodríguez-Toubes, de 70 años. Tras varios años compartiendo esta pasión se ha creado un vínculo de amistad más allá de la carrera. De hecho, cuando el hijo de don Juan Carlos tenía tan solo 16 años debutó como tripulante en el Sirius IV de la Armada, en su primera Copa del Rey de vela teniendo a Rodríguez-Toubes como patrón. Sin embargo, poco más se sabe de los acompañantes de Su Majestad, ya que llevan por bandera la ley no escrita del absoluto silencio.
Además, la embarcación liderada por el Rey ha sufrido unas modificaciones y ha sido preparada con detalle para esta importante cita. La clase ORC en la que compite ha introducido nuevas reglas, con lo que la Comisión Naval de Regatas ha aplicado modificaciones en el barco para adaptarse a estas variaciones. De esta manera, se ha producido la reducción de 300 kilos en el peso del casco.