La transformación de la Reina Letizia en la cita que ha marcado su destino
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La Reina Letizia entró a formar parte de la Familia Real en la primavera del año 2004, pero fue varios meses antes, en octubre de 2003 cuando empezaron los rumores de romance entre la periodista y el entonces príncipe de Asturias. Un romance discreto que sorprendió a propios y extraños y cuyo primer testimonio gráfico fue, precisamente, la entrega de los Premios Príncipe de Asturias del año 2003. Ceremonia que doña Letizia fue a cubrir como reportera, cuando nadie sabía que la asturiana era la prometida del Príncipe. Un año más tarde, sería ella la que pisaría la alfombra azul del coliseo más importante de su tierra.
La transformación de la Reina Letizia en esta importante cita -no solo en la entrega de los galardones, sino en otros actos relacionados con la Fundación Princesa de Asturias en la semana grande de la organización-, va más allá de lo estético. Desde su primer año, en 2004, cuando acompañó al entonces heredero vestida con un sobrio y aseñorado modelo de Felipe Varela y una actitud tímida y reservada hasta la última edición, en la que ha brillado con un diseño de The 2nd Skin, la evolución en la esposa de Felipe VI ha sido más que notable.
Un cambio que se ha hecho especialmente evidente a partir del año 2014, con la proclamación de Felipe VI como jefe del Estado en el mes de junio, que supuso un antes y un después para la institución: “Una monarquía renovada para un tiempo nuevo”, dijo el soberano en su primer discurso como rey. Pocos meses después, en octubre, doña Letizia pisaba la alfombra azul del Campoamor por primera vez como reina, justo a los diez años de su primera vez como princesa. Los galardones dejaban de ser Premios Príncipe de Asturias para pasar a ser Premios Princesa de Asturias, en honor a la heredera, la Princesa Leonor.
A pesar de que doña Letizia ha sido la gran protagonista de la alfombra azul del Teatro Campoamor durante muchos años, en 2019, todas las miradas se posaron en su hija mayor. Fue en octubre de dicho año cuando debutó la primogénita de Sus Majestades, poco antes de alcanzar los catorce años, a la misma edad que lo hizo su padre. Lo hizo en compañía de los Reyes, pero también de la Infanta Sofía, a la que la Reina Letizia siempre ha querido mantener en un plano lo más parecido posible. De hecho, en Oviedo, Sofía se ha sentado en la mesa presidencial y no en un palco con su abuela, como ocurría en el pasado con las Infantas doña Elena y doña Cristina.
El debut de Leonor en los galardones ha supuesto una nueva etapa que marca las bases de cara al futuro. Primeros discursos y primeros actos protagonistas, en los que los Reyes han pasado a un ‘segundo’ plano. Es más, este año, a diferencia de lo que ocurrió en el pasado con don Felipe mientras estudiaba fuera de España, incluso se ha adaptado la fecha de la ceremonia de entrega de los premios al calendario escolar de la heredera para que no se pierda esta jornada y no tengan que sustituirla los Reyes. Un detalle que también refleja la evolución del papel de la Reina, que ha dejado de ser la protagonista para dar paso a sus hijas.