Sofía de Suecia, la reina del reciclaje con su tiara predilecta como gran protagonista
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El 10 de diciembre se ha convertido en una de las fechas más esperadas del año para los Bernadotte, y no es para menos. Es justamente ese día cuando se celebra la entrega de los Premios Nobel. Una velada que en los últimos años ha estado marcada por la llegada del coronavirus, y sin embargo, en esta última ocasión se ha convertido en la cita perfecta para que las féminas de la Familia Real de Suecia puedan hacer uso de sus mejores galas.
Como no podía ser de otra manera, todas las miradas se posaron en la reina Silvia y la princesa Victoria, aunque también hubo una protagonista más en lo que a estilo se refiere. Esta no fue otra que la princesa Sofía, que como esposa de Carlos Felipe, no quiso desaprovechar la oportunidad de acudir a uno de los eventos más destacados para la monarquía sueca.
Pese a que suelen girar en torno a ella los rumores que apuntan a que su familia política no suele dejarle tiaras para que pueda brillar de una manera más especial en los actos a los que acude, lo cierto es que Sofía ha conseguido hacer de una de ellas su mejor arma, concretamente de la tiara Palmette, la cual recibió como regalo de bodas sin llegar a imaginar que sería uno de sus complementos más llamativos cada vez que lleva a cabo una aparición pública.
Aunque en un primer momento estaba formada por esmeraldas, la nuera de la consorte sueca ha ido haciendo uso de distintos tipos de piedras preciosas para hacer de su corona su accesorio estrella, y vaya si lo ha conseguido. Prueba de ello son precisamente estos Premios Nobel, en los que la princesa hacía gala de su exquisito gusto estilístico al incluir topacios en su diadema. Una gema que combinaba a la perfección con su vestido de gasa azul grisáceo con cuerpo ceñido, falda de vuelo, manga francesa transparente y un pequeño adorno de flores en la parte del cuello. Una impecable elección con la que se convirtió en una de las grandes protagonistas de la noche como si de una princesa de un cuento para niños se tratase. Por otro lado, y haciendo uso de la misma joya en cuestión, la esposa de Carlos Felipe se enfundó en un vestido de diseño tie-dye naranja y blanco de manga larga, nido de abeja en la cintura y falda de vuelo firmado por Lilli Jahilo. Una apuesta un tanto arriesgada con la que la duquesa de Värmland volvió a hacer gala de su originalidad a la hora de vestir, la cual a veces ha creado controversia.
De esta manera, lejos de querer recurrir a otras joyas pertenecientes al joyero real, Sofía ha demostrado tener una favorita y de confianza que prefiere reinventar al máximo con pedrería de la talla de diamantes e incluso perlas, lo cual la convierte en una pieza de mucho más valor sentimental si cabe para la cuñada de la heredera al trono sueco.