Un amor con sabor español: el romance ‘secreto’ de la próxima anfitriona de doña Letizia

Hay historias de amor que desde el principio resultan imposibles, pero no por ello dejan de fascinarnos. La de Miguel Báez Litri y Lalla Hasna de Marruecos es una de ellas. Un torero español y una princesa alauita que, a pesar de haber estado profundamente enamorados, fueron víctimas de los convencionalismos de una época en la que era imposible rebelarse contra las normas y la tradición. Han pasado casi treinta años desde que se conocieron y ahora, la ‘desaparición’ de la que hasta ahora era esposa de Mohammed VI ha motivado que Lalla Hasna adquiera un protagonismo en el país que la llevará a ser la anfitriona de doña Letizia el próximo mes de febrero, en el tan esperado viaje oficial de los Reyes al país vecino.

Una historia de cuento

Pocos en Marruecos saben que Lalla Hasna, antes de contraer matrimonio por obligación -fue un enlace acordado por su padre el rey Hassan II- con el cardiólogo Khalid Benharbit, mantuvo un apasionado romance con una de las figuras más importantes del toreo, Miguel Báez Litri.

Hay varias versiones sobre cómo se conocieron Hasna y El Litri. La más extendida sostiene que se vieron por primera vez a principios de los años de los 90 en una finca privada en la que el torero había sido invitado a participar en un tentadero, pero hay quien asegura que su primer encuentro tuvo lugar en el Pabellón de Marruecos de Sevilla. Sea como fuere, el caso es que su primer encuentro causó impacto en ambos y fue el comienzo de una historia que, por fuerza mayor, tuvo un final.

Un amor nómada

La pareja vivió una temporada feliz, de amor furtivo, entre España y Marruecos, siempre con la ayuda de sus fieles amigos, que les guardaron el secreto de un romance que era inapropiado desde todos los puntos de vista. Viajes en avión privado, tardes de toros, desayunos en palacio, estampitas y tensiones como amuleto para reunir el valor para ponerse delante del toro. La relación entre Hasna y El Litri va haciéndose cada vez más intensa hasta que Hassan II decide que ha llegado el momento de que su hija contraiga matrimonio.

Lo que desde fuera se veía como un juego de juventud, para la pareja era una auténtica historia de amor que, para su desdicha, estaba llegando a su fin. Era demasiado bonito para ser verdad. ¿Una princesa musulmana con un torero cristiano? Imposible, ni en el mejor de los cuentos de hadas. Y así fue como la historia llegó a su triste desenlace.

La próxima ‘rival’ de Letizia, marcada por el destino

Lalla Hasna tuvo que cumplir con su destino, con las reglas del Corán. Tenía que casarse con quien su padre decidiera y traer al mundo al menos a dos hijos de su misma condición. Y así lo hizo, sin saber que en un futuro su matrimonio fracasaría y tendría la opción de separarse.

Aunque la separación era algo con lo que ambos contaban y que no les pilló por sorpresa, ello no es óbice para que resultara especialmente doloroso, a pesar de que se guardaran amor eterno. Al cabo de los años, El Litri rehizo su vida con la hija de la diseñadora Carolina Herrera, aunque su matrimonio también ha terminado en separación. ¿Será cierto que Lalla Hasna siempre ha sido el auténtico amor de su vida? Quizás el tiempo les ofrezca una nueva oportunidad, nuca se sabe.