El Rey Felipe se recupera de su lesión del hueso escafoides

El Rey Felipe y doña Letizia no faltaron este pasado miércoles 20 de diciembre al almuerzo que se organizó en un restaurante de Madrid por el 60 cumpleaños de la infanta Elena. Una cita en la que se reencontró un buen número de miembros de la familia, desde Juan Carlos I y la Reina Sofía, la infanta Cristina con varios de sus hijos, algunas de las primas de la infanta Elena o la infanta Margarita, entre otros. Una reunión que no se produce de manera habitual y que deja claro que las relaciones entre los miembros de la familia del Rey son fluidas.

Más allá del reencuentro, una de las cosas que más ha llamado la atención es que don Felipe no llevaba en su mano izquierda ya la férula que le ha acompañado en las últimas semanas debido a una lesión en el escafoides. Fue el pasado mes de octubre cuando se vio al monarca por primera vez con un vendaje preventivo en la mano a consecuencia de una caída que sufrió mientras jugaba un partido de pádel con amigos. Tras hacerle las pruebas pertinentes se confirmó que, más allá de una tendinitis, el monarca sufría una fisura en el escafoides. Este tipo de lesión se suele tratar con un mes de inmovilización y si el hueso suelda de manera correcta se da el alta al paciente.

A partir de ese momento, el Rey Felipe comenzó a llevar una férula de color negro hecha especialmente para él. Es un vendaje que transpira y que se puede retirar en momentos puntuales, cuando resulta necesario. Esta es la venda que don Felipe ha llevado en sus últimas apariciones públicas, a la espera de que soldase la fisura. No obstante, cabía la posibilidad de que, de no ser así, el monarca tuviera que pasar por quirófano porque el escafoides es un hueso complicado en cuanto a recuperación.

El hueso escafoides es uno de los huesos de la muñeca, en la zona del carpo. Se ubica al lado del pulgar, justo sobre el radio. Se trata de un hueso que ejerce una función muy importante tanto para el movimiento de la muñeca, como para su estabilidad. Dependiendo del tipo de fractura o de lesión, se suele optar por un tratamiento u otro. Por ejemplo, si la fractura no está desplazada, suele ser suficiente con recurrir a una férula para inmovilizar el pulgar y el paciente se recupera en un plazo de seis semanas. Sin embargo, en el caso de que haya desplazamiento, los fragmentos del hueso se habrían movido fuera de su posición normal e incluso podría haber fisuras entre las partes del hueso o que los fragmentos se superpongan entre sí. En este supuesto sí que sería necesario intervenir.

No ha trascendido si el Rey Felipe ha pasado por quirófano, algo de lo que se ha hablado en las últimas semanas, pero que no se ha llegado a confirmar. Sin embargo, lo que sí está claro es que el monarca ya está recuperado de la lesión y en plena forma para poder volver a practicar deporte.