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La Catedral de San Pablo vuelve a convertirse en uno de los escenarios más destacados de una de las fechas más importantes para la Familia Real británica. El templo ha sido el escogido para el servicio religioso de Acción de Gracias que se celebra este viernes con motivo del Jubileo de Platino de la Reina Isabel. Un hecho histórico en el que se conmemoran los setenta años de reinado de una monarca que ha batido todos los récords.
A pesar de que será este jueves cuando las celebraciones comiencen con el tradicional Trooping the Colour, lo cierto es que todos los ojos están puestos en el servicio religioso del viernes, por motivos que van más allá de las puras celebraciones y el homenaje a la Reina Isabel.
Y es que no hay que olvidar que la Catedral de San Pablo fue el escenario de una de las bodas más importantes para los Windsor: La del príncipe Carlos y Diana Spencer, en el mes de julio de 1981. Una boda de cuento de hadas cuyo trágico final era, entonces, imprevisible. A pesar de que San Pablo ha acogido importantes eventos como el funeral de Winston Churchill y Margaret Thatcher entre otros, o compromisos relacionados con anteriores jubileos de la monarca, lo cierto es que las grandes bodas royal han tenido lugar en la Abadía de Westminster.
Apenas unas semanas antes de que se cumplan cuarenta años del enlace entre los entonces príncipes de Gales, Carlos de Inglaterra regresará a San Pablo y lo hará en compañía de Camilla Parker-Bowles. Pero, más allá de lo que ocurra con el heredero, en esta celebración todos los focos estarán puestos en otras figuras de la familia real. A falta de confirmación oficial por parte del Palacio de Buckingham, parece que en esta cita estarán presentes el príncipe Harry y Meghan Markle, así como el príncipe Andrés. Será la primera vez que se vea en público a los duques de Sussex en Londres y quizás una de las únicas en el marco de este acontecimiento, ya que no se espera que participen en compromisos reservados a los miembros que representan a la Corona.
Aunque varias fuentes apuntan a que era previsible que se eligiera San Pablo para el servicio de Acción de Gracias -como ha ocurrido en ocasiones anteriores- resulta cuanto menos curioso que la reaparición de Harry y Meghan tenga un vínculo tan estrecho con Diana de Gales y que además, se haga partícipe al príncipe Carlos. Porque, pese a cualquier matiz oficial, es imposible que no se asocie San Pablo a la figura de la Princesa que a día de hoy todavía sigue generando titulares.
Una catedral con historia
San Pablo es la catedral anglicana de Londres, sede de la diócesis y del obispo de Londres. Se encuentra en Ludgate Hill, el punto más alto de la ciudad. Su dedicación al apóstol San Pablo data de la iglesia original erigida en el mismo lugar, fundada en el año 604. La iglesia actual fue diseñada en estilo barroco inglés por el arquitecto Sir Christopher Wren y construida entre 1676 y 1710, dentro de un gran programa de reconstrucción de la ciudad después del gran incendio de 1666.
La catedral de San Pablo es uno de los más famosos y más reconocibles lugares de interés de Londres. Su cúpula, enmarcada por las dos torres de la fachada principal, domina el horizonte de la ciudad desde hace 300 años. Con 111 metros de altura, fue el edificio más alto de Londres desde 1710 hasta 1962. Desde el s. XX la catedral de San Pablo es la segunda catedral más grande de Inglaterra, después de la catedral de Liverpool.
San Pablo ocupa un lugar especial en la identidad nacional inglesa, y en ella se han celebrado acontecimientos muy importantes de la historia británica, como los funerales de Horatio Nelson, del Duque de Wellington, de Winston Churchill y de Margaret Thatcher; los diferentes aniversarios de las reinas Victoria e Isabel II; los servicios de paz que marcaron el final de la Primera y Segunda Guerra Mundial; o la boda del príncipe Carlos con Diana de Gales.