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La reina Isabel saca la artillería pesada y eclipsa a Melania Trump

La monarca ha lucido algunas de las piezas más importantes de su colección en su encuentro con la Pimera Dama.

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La reina Isabel ofrece una cena de gala con motivo de la visita de Trump / Gtres
  • Andrea Mori
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Era difícil eclipsar a Melania Trump, sobre todo cuando todas las miradas iban a concentrarse en un hipotético duelo de estilo entre la Primera Dama y Kate Middleton -que curiosamente no han compartido plano en ningún momento-. Sin embargo, la reina Isabel ha sabido concentrar toda la atención durante la cena de gala que ha ofrecido con motivo de la visita de Estado de los Trump. Y lo ha hecho de una manera magistral, a través de la elección de sus joyas.

La Reina lució unas de sus piezas más icónicas / Gtres

La monarca se ha decantado por un sencillo vestido blanco bordado con pedrería de Angela Kelly y ha dado todo el protagonismo a los complementos. Isabel II ha recuperado una de las piezas más especiales de su colección, la Tiara Birmana de Rubíes. Una de las diademas más recientes de su joyero y elaborada a su gusto.

Se trata de una tiara hecha con diamantes y 96 rubíes que le regaló el pueblo birmano por su boda con el duque de Edimburgo para protegerla de las 96 enfermedades que según la sabiduría birmana pueden afectar al cuerpo humano. La Reina la encargó a la firma Garrard en 1973 a partir de los rubíes y los diamantes de la tiara que le había regalado el Nizam de Hyderabad. Es la única tiara que Isabel II ha diseñado a su gusto en lugar de heredar, por eso tiene un significado tan especial para ella. Su forma simula la rosa inglesa, emblema de la Casa Tudor. Hacía casi diez años que no veíamos a la madre de Carlos de Inglaterra coronada con esta pieza, por eso es tan importante que haya recurrido a ella.

Hace diez años que la Reina no luce la tiara / Gtres

Además de la impresionante tiara, la Reina ha llevado un collar perteneciente a la colección de la reina Victoria, cuyo bicentenario se celebra estos días. Se trata de una gargantilla que la monarca adquirió en Garrard en 1854 y que originariamente era de ópalos y billantes, con un colgante, pendientes y broche a juego. Al heredar el conjunto la reina Alexandra, hizo cambiar los ópalos por rubíes, para elaborar un conjunto a juego con la tiara Oriental Circlet, una de las preferidas de la reina madre.

Por si esto no resulta suficiente, la Reina ha llevado además los distintivos de dos Reales Órdenes Familiares (de Jorge V y Jorge VI), la Real Orden de la Jarretera, un brazalete de diamantes y rubíes de estilo art decó y un impresionante broche de brillantes para sujetar la banda. Todo un despliegue de majestuosidad con el que ni una reina de la belleza como Melania Trump podría competir.| [LEER MÁS: Desmontamos el engaño de Yoli (GH 15), producto a producto]

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