“Vengo a matar a la Reina Isabel”: La venganza frustrada del traidor a la Corona
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“Estoy aquí para matar a la Reina”. Este era el objetivo de Jaswant Singh Chail, el joven de veinte años que fue interceptado la pasada Navidad en los terrenos del Castillo de Windsor armado con una ballesta. En un vídeo grabado desde el hospital psiquiátrico de alta seguridad de Broadmoor en Berkshire, el joven ha revelado lo que realmente pretendía cuando entró en Winsdor.
Según ha trascendido Jaswant Singh Chail llevaba una máscara y portaba una ballesta preparada para disparar. Él mismo confirmó al Tribunal de Westminster que quería matar a la monarca. Una acción por la que ha sido condenado por traición.
Supuestamente llevaba una capucha y una máscara y portaba una ballesta cargada con un perno con el seguro quitado y lista para disparar. La fiscal Kathryn Selby le dijo al tribunal que el arma Supersonic X-Bow que supuestamente portaba el acusado tenía el potencial de causar «lesiones graves o fatales».
En un vídeo que él mismo publicó en Snapchat minutos antes de ingresar en el Castillo, Chail aparecía explicando sus objetivos: «Siento lo que he hecho y lo que voy a hacer. Intentaré asesinar a la reina Isabel». Tal como comentó, buscaba venganza por una masacre cometida en 1919 por las tropas británicas contra manifestantes en La India.
Debido a la gravedad de los cargos, el joven de origen hindú ha sido acusado en virtud de la Ley de Traición de 1842, establecida hace casi dos siglos y que se usó por última vez hace más de cuatro décadas. «El señor Chail, de veinte años, ha sido acusado de amenazas de muerte, posesión de un arma ofensiva y un delito en virtud de la Ley de Traición de 1842», reveló Nick Price, jefe de la división especial contra el terrorismo y el crimen del Servicio de Fiscalía de la Corona.
Es muy poco habitual que haya enjuiciamientos bajo la Ley de Traición, que tipifica como delito agredir al monarca, o tener un arma de fuego o un arma ofensiva en su presencia con la intención de herirlo, asustarlo o causar un quebrantamiento de la paz. Una descripción que se ajusta perfectamente con la actuación de Jaswant Singh Chail la pasada Navidad y sobre la que el Palacio de Buckingham no se ha pronunciado.
No ha sido esta la primera vez que alguien intenta colarse en la residencia de la Reina, aunque con un objetivo menos dramático. En el año 1982, Michael Fagan llegó al dormitorio de la monarca y estuvo conversando con ella. Fue la segunda vez que se coló en Buckingham. Un año antes, en 1981, Marcus Sarjeant fue detenido durante cinco años, acusado de ‘traición’, después de que disparara balas de fogueo a contra el caballo de la Reina Isabel mientras ella cabalgaba en un desfile militar en el centro de Londres.