La Reina Letizia, mañana cultural en Madrid mientras don Felipe viaja a Colombia

Último acto de agenda esta semana para la Reina Letizia. Su Majestad se ha trasladado hasta el centro de Madrid, para presidir la reapertura al público de las colecciones del Real Monasterio de las Descalzas Reales, fundado por Juana de Austria, hija menor del Emperador Carlos V e Isabel de Portugal. Un lugar muy especial para la Infanta, que decidió convertir el palacio en el que había nacido en un monasterio de monjas clarisas.

Para esta cita, la Reina se ha decantado por un sencillo look en clave working, una tendencia cómoda y elegante que parece haber recuperado después del despliegue de estilo de la pasada semana en Estocolmo. En esta ocasión, ha lucido un traje sastre en tonos grises y marrones en estampado príncipe de Gales. Está compuesto por una chaqueta de doble botonadura de silueta ligeramente oversize y pantalón un poco acampanado. Un conjunto bajo el cual se intuía un jersey de punto en color beis.

Este traje lleva en su armario desde principios de 2020 y lo ha lucido al menos en dos ocasiones. Como calzado, la Reina Letizia se ha decantado por unas sencillas botas de tacón en color marrón claro-perfectas para las frías temperaturas de estos días-, así como un abrigo en color beis que guarda en su armario desde hace varios años. Se trata de un clásico abrigo de paño que la Reina ha colocado sobre los hombros, como suele ser habitual en ella. Es de la firma Caramelo.  En lo que respecta a las joyas, no ha faltado su inseparable sortija dorada de Karen Hallam y unos pendientes en forma de aro. Una vez más, ha optado por un look beauty sencillo, con un maquillaje muy suave y el pelo suelto.

Será mañana cuando la Casa de S.M. el Rey haga públicas las actividades previstas para la familia real de cara a la próxima semana, una semana diferente debido a las fiestas del 6 y el 8 de diciembre. De la misma manera, aún no hay confirmación oficial de la cancelación del viaje de doña Letizia a Dakar para la inauguración de la nueva sede del Instituto Cervantes, aunque se prevé que haya que posponerlo debido a la alerta sanitaria. Una cancelación que, sin duda, apenará a doña Letizia, que tiene una relación especial con el mundo de las letras, a lo que hay que añadir que fue precisamente en el trigésimo aniversario de esta institución donde la Princesa Leonor debutó en su primer acto en solitario.

Por su parte, estos días están siendo más intensos para el Rey Felipe, que viajaba ayer a Colombia para participar en un congreso de juristas en Barranquilla y regresará de cara al fin de semana.

Un edificio histórico

El Monasterio ha sido catalogado como Bien de Interés Cultural, y obtuvo además obteniendo la distinción de Museo Europeo del año 1987. La comunidad religiosa de clarisas franciscanas que reside en él llegó en 1559, y popularmente se las conoce como las Descalzas Reales, denominación que se debe a que calzan unas sencillas sandalias en cualquier época del año.

Juana de Austria no pudo ver finalizado el complejo debido a su temprana muerte, pero reúne las características de un palacio plateresco castellano, con columnas de mármol de Génova en los patios, y salones decorados con azulejos y yeserías en la tradición morisca, pero con formas ya del Renacimiento. La sobria fachada del Monasterio hace difícil adivinar la riqueza que atesora el interior, repleto de pinturas murales, cuadros, belenes, relicarios y tapices, entre muchas obras de arte, que componen su fascinante historia. La Escalera Principal de la casa-palacio originaria es una de las piezas más relevantes, con decoración realizada con pinturas murales de los siglos XVI y XVII.

Además, en el pasado, tanto princesas como infantas solían pasar temporadas en el llamado “Cuarto Real”, donde vivió y murió la emperatriz María y se educó Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, que posteriormente regaló al convento la famosa serie de tapices de Rubens sobre la Eucaristía.