La Reina Letizia rompe moldes con su melena rizada y recupera su icónico vestido azul de The 2nd Skin
Los Reyes Felipe y Letizia recibieron con honores al sultán de Omán, Haitham bin Tariq
Su visita es la primera a España desde su ascenso al trono en 2020
La Reina Letizia destacó con un look elegante y sobrio
La expectación era máxima y la Reina Letizia no defraudó. En la cena de gala ofrecida en el Palacio Real de Madrid con motivo de la visita oficial del sultán de Omán, Haitham bin Tariq, la Reina acaparó todas las miradas con un estilismo impecable que combinó tradición, elegancia y un toque de frescura gracias a su melena suelta con ondas marcadas y rizos suaves. Este peinado, más natural y voluminoso de lo habitual, aportó dinamismo y modernidad a su imagen, realzando el brillo de las joyas y enmarcando su rostro con armonía.
Para esta gran ocasión, doña Letizia apostó por un vestido azul cobalto de la firma española The 2nd Skin, confeccionado en seda fluida. El diseño, que ya había lucido en abril de 2024 durante la cena de gala ofrecida por los Reyes de los Países Bajos, presenta cuello caja, manga japonesa y delicados lazos en las mangas, además de una falda de caída suave que aportaba movimiento y ligereza. La prenda, ajustada a la silueta y de líneas depuradas, resaltó su figura con elegancia.
La elección no solo resultó deslumbrante, sino también simbólica: después de más de dos años y medio sin vestir de gala en el Palacio Real, la Reina decidió rescatar esta pieza de su fondo de armario, reafirmando su compromiso con la sostenibilidad y el valor de la moda con historia. Doña Letizia completó su look con la histórica tiara rusa, una de las joyas más emblemáticas de la Corona española. Creada para la reina regente María Cristina de Austria, madre de Alfonso XIII, está realizada en platino, perlas y diamantes, e inspirada en los tradicionales tocados rusos conocidos como kokoshnik. Desde su estreno en 2018, la Reina la ha lucido solo en contadas ocasiones, reservándola para eventos de máxima relevancia institucional. Su reaparición en esta cena de Estado supuso todo un guiño a la tradición y al peso histórico de la monarquía.
Como joyas complementarias, doña Letizia eligió pendientes de diamantes del lote de pasar, con un brillante central rodeado de otros más pequeños, piezas que ya lució la infanta Cristina el día de su boda. Completó el conjunto con una cartera tipo sobre en terciopelo azul oscuro y salones del mismo tono, logrando un resultado equilibrado y sobrio.
Una noche de gala y diplomacia en el Palacio Real
La jornada, que comenzó con un acto de bienvenida en el Patio de la Armería del Palacio Real, culminó con este banquete de gala presidido por don Felipe y doña Letizia, que devolvió la pompa y el ceremonial de las grandes citas de la monarquía española. El banquete puso el broche de oro a un día marcado por la cordialidad y el refuerzo de los lazos entre ambos países. En un ambiente de respeto institucional y elegancia, los Reyes recibieron al sultán y a la delegación omaní en un salón real adornado con flores blancas y velas, que acentuaban la majestuosidad del recinto. A la cita acudieron más de 120 invitados, entre ellos miembros del Gobierno, empresarios, diplomáticos y personalidades de la cultura.
Las relaciones diplomáticas entre España y Omán se establecieron en 1972, aunque no fue hasta 2004 cuando se inauguró la embajada española en Mascate. En 2006, Omán designó a su primer embajador en Madrid y, dos años más tarde, se abrió la Oficina Económica y Comercial de España en el país del Golfo. El Rey Felipe VI mantiene una relación de cordialidad con el actual sultán, a quien ya mostró su cercanía asistiendo a las exequias de Qabus bin Said en 2020.