Los ingresos de Carlos III y el príncipe Guillermo desatan una polémica en Reino Unido
Los ducados de Cornualles y Lancaster reportan importantes beneficios al rey y a su heredero
Están regidos por un régimen fiscal especial
Una nueva investigación ha revelado algunos detalles sobre los fondos que recibe año tras año la familia real británica de organismos públicos y de organizaciones benéficas y que han generado cierta polémica en el Reino Unido. Según ha apuntado un conocido programa de televisión, en colaboración con un diario británico, los Windsor tienen importantes contratos con instituciones y otro tipo de organizaciones de carácter benéfico. Unas revelaciones que, tal como han asegurado algunas fuentes, han planteado algunas preguntas sobre la economía de la familia real, hasta el punto de que se está solicitando una revisión completa y transparente de los ducados de Cornualles y de Lancaster.
El ducado de Lancaster fue creado en el siglo XIV por Juan de Gante, hijo menor del rey Eduardo III de Inglaterra, tras heredar a la muerte de su suegro Enrique de Grosmont las tierras del condado de Lancaster. En el caso del de Cornualles, se creó en marzo de 1337 a partir del condado previo de Cornualles. Fue Eduardo III de Inglaterra quien lo creó para su hijo, Eduardo, príncipe de Gales, que se convirtió en el primer duque de Cornualles. El ducado consistía en dos partes: el título y honor, y la propiedad que lo financiaba.
El rey Carlos III junto al príncipe Guillermo, en un acto. (Foto: Gtres).
Las propiedades y terrenos privados que pertenecen al ducado de Lancaster y al de Cornualles generan millones de libras tanto al rey Carlos III como al príncipe de Gales a través de diferentes acuerdos con la sanidad pública, las fuerzas armadas o los colegios. Hasta la muerte de la Reina Isabel II, era ella la que gestionaba el ducado de Lancaster, mientras que el de Cornualles ha estado durante varias décadas en manos de Carlos III, como anterior príncipe de Gales.
Sin embargo, tras el fallecimiento de la monarca, el ducado de Lancaster pasó al nuevo jefe del Estado y la gestión del ducado de Cornualles a manos del príncipe de Gales. Él está centrando parte de sus esfuerzos en luchar contra la problemática de las personas sin hogar, ahora que tiene la posibilidad de acceder a más medios.
El rey Carlos III en Australia. (Foto: Gtres).
Channel 4 y el Sunday Times han llevado a cabo una exhaustiva investigación sobre los activos de ambos ducados y los ingresos que reportan al rey y a su heredero, que ha puesto en el punto de mira la gestión de ambas fuentes de ingresos. Según el estudio, el pasado año el ducado de Lancaster recaudó casi 28 millones de libras, mientras que el de Cornualles casi llega a los 24. Unos fondos que los Windsor utilizan para sus gastos personales, como es el caso de sus residencias privadas.
La controversia se ha producido porque tanto Cornualles como Lancaster tienen un estatus fiscal especial. El ducado de Lancaster funciona como una empresa comercial, mientras que Cornualles es una propiedad privada con un imperativo comercial. En ambos casos no pagan ganancias de capital, ni tampoco impuesto de sociedades. El rey y el príncipe de Gales abonan de manera voluntaria el impuesto sobre la renta en relación a los ducados.
El príncipe Guillermo en un acto oficial. (Foto: Gtres).
Según la BBC, un portavoz del ducado de Lancaster ha declarado que se cumple con toda la legislación del Reino Unido y los estándares regulatorios aplicables a su gama de actividades comerciales. Pese a esto, hay que tener en cuenta que el pasado año los acuerdos que alcanzaron tanto Lancaster como Cornualles recaudaron cerca de 50 millones de libras.