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SE DESMARCA DE LA TRADICIÓN

El inesperado regalo que Harry podría hacerle a Meghan

  • Andrea Mori
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Se la espera ‘coronada’ con una de las tiaras del Joyero Real, pero Meghan Markle podría dar la campanada el próximo 19 de mayo en su boda con el príncipe Harry. Como es tradición, la reina Isabel, o bien Camilla Parker ofrecerán a la prometida del príncipe Harry una serie de exclusivas piezas para que ella elija la que más le guste, sin embargo, según se rumorea, la norteamericana podría rechazar la más que generosa oferta de ambas damas Windsor. Las razones, aunque para algunos son evidentes, para la mayoría pueden resultar un poco controvertidas.

Harry y Meghan en su último acto oficial / Gtres

Según han apuntado varios medios, el Conde de Spencer se habría puesto en contacto con su sobrino para ofrecer a Meghan la mítica tiara Spencer, la misma que llevó Diana en su boda con Carlos de Inglaterra hace ya treinta años. Aunque la mayoría de los expertos coinciden en que sería extraño, y hasta un tanto violento, que Meghan optara por esta pieza, lo cierto es que si los rumores fueran ciertos, la joven no debería rechazar el ofrecimiento del Conde, por respeto y en honor a la que habría sido su suegra.

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El protocolo no dicta ninguna norma específica sobre que la Reina tenga que regalarle una diadema a Meghan, como sí hizo con Sarah Ferguson o Sophie Rhys Jones. Es estos casos, al margen de que se trataba de nueras para Isabel II y no nietas políticas, la idea era que las tiaras quedaran como legado para las nuevas ramas familiares que sus hijos iban a formar con sus esposas. Algo que no ocurría con Diana, a quien dejó en préstamo la Lover’s Knot, a sabiendas que retornaría a la Corona por ser la madre del futuro heredero.

El conde Spencer / Gtres

Al ser Harry el segundo hijo del príncipe Carlos se encuentra en una situación similar a la del príncipe Andrés. El joven formará una nueva rama familiar junto a Meghan, desvinculada de la línea sucesoria principal de la Corona, lo que es motivo suficiente para empezar a pensar en tener su propia colección de joyas. Pese a que no hay ningún indicativo que lo corrobore, la Reina o el propio Príncipe de Gales y su esposa podrían tener un detalle con los novios y regalarle a Meghan una tiara por su boda, para que se convierta en la diadema familiar. Una situación que ya se vio en el caso de Carlos Felipe y Sofía de Suecia. 

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El hijo menor de Diana de Gales, aunque aparentemente no mantiene una relación muy fluida con la familia de su madre, en sus escapadas de incógnito utiliza el nombre de Albert Spencer para pasar desapercibido. Una pista que ofrece una idea de cuál podría ser la intención del Príncipe de cara a su boda. Pese a que no sería muy oportuno que Meghan utilizase la tiara Spencer, hay una opción con la que podría sorprender.

Tiara de Delia Spencer

No muchos saben que existe otra tiara Spencer. Se trata de la diadema de Lady Adelaide Spencer (Delia), que aunque no tiene la fama ni el valor de la diadema de Diana, sí que perteneció en su día a la familia de la Princesa. La ventaja de esta tiara es, además de su diseño sencillo y muy del gusto de Meghan, es que no tiene ninguna vinculación ni estigma porque ya no pertenece a los Spencer. Harry podría adquirirla y regalársela a Meghan como presente por su enlace y convertir la diadema en una joya familiar para las generaciones futuras.

Una reliquia de familia

La tiara, de estilo eduardiano perteneció a Lady Delia Spencer. Fue un regalo de su padre, el 6º Conde de Spencer, el día de su boda con Sidney Peel, nieto del entonces Primer Ministro Sir Robert Peel.

Adelaide Spencer el día de su boda

La pieza fue subastada el jueves 9 de marzo de 2017 (36 años después de la muerte de Lady Delia) en la mayor feria de antigüedades del mundo, en Holanda y aunque su valor supera los 200.000 euros, no ha trascendido ni su precio final ni el afortunado comprador. Los encargados de llevar a cabo la venta fueron los prestigiosos joyeros Hancocks, que cuentan con apoyo de la Casa Real como proveedores oficiales de la Corona.

Guy Burton, de la joyería, no quiso dar detalles de la transacción, aunque destacó que «la tiara es un maravilloso ejemplo de prodigiosa artesanía de una procedencia única».

La tiara es desmontable en tres secciones, de manera que puede utilizarse como gargantilla y brazalete. Se estima además que los diamantes con los que está elaborada tienen un peso total de 48 quilates. La última que lució la diadema fue Sandra Paul, esposa de Cecil Robin Douglas-Home en su boda a finales de los años 50. Cecil era hijo de Lady Margaret, hermana de Lady Delia.

Cecil Robin Douglas-Home y Sandra Paul el día de su boda

Quizás el próximo día 19, la futura Duquesa nos sorprenda recuperando esta mítica pieza que podría convertirse en la nueva tiara de la familiar que formarán Harry y Meghan juntos. Una nueva dinastía que mantendría así muy vivo el legado Spencer.

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