Harry pierde su sex-appeal: La genética se ceba con el duque de Sussex (y la culpa es de Meghan)
El hijo menor de Carlos de Inglaterra ya no es lo que era.
Era el soltero de oro de los Windsor y además, uno de los royals más atractivos del Gotha, sin embargo, hay cosas que no pueden durar eternamente. Desde que conociera a Meghan Markle hace ya algo más de dos años, la vida del príncipe Harry ha dado un giro de 180 grados. Está más sonriente que nunca y no hay ninguna duda de que ha sentado la cabeza pero… ¿ha sido bueno para él en todos los aspectos? Lo cierto es que no del todo.
El hijo menor de Carlos de Inglaterra podía presumir de haberle quitado el puesto a su hermano, que desde que empezó a perder el pelo ya no era el príncipe encantador por el que suspiraban las mujeres de medio mundo -bueno, del mundo entero-. Harry era un poco el patito feo al lado de William, pero su aire de ‘malote’ le hizo acumular un sinfín de fans. No era el prototipo de príncipe de cuento, aún así, muchas estarían dispuestas a cualquier cosa por compartir una taza de té -o un gin tonic- con el nieto predilecto de la Reina. Sin embargo, los años pasan para todos y parece que ninguno de los hermanos tiene genes de buen Rioja.
Pese a que el pelirrojo lleva muchos años burlándose de la alarmante caída de pelo de su hermano mayor, lo cierto es que desde que conoció a su actual mujer, él está cada vez más ‘descapotable’, tanto como el Jaguar deportivo en el que recorrió el camino entre el Castillo de Windsor y Frogmore House el día de su boda. Un clásico, pero con las ideas a la vista, que debería pensar en algo pronto si no quiere convertirse en una bola de billar.
Tal como ha declarado el especialista en pérdida capilar, el doctor Asim Shahmalak de la Crown Clinic de Manchester, el duque de Sussex ha sufrido una importante pérdida de pelo en el último año y Meghan Markle tendría mucho que ver en esta cuestión. No tanto porque se encuentre estresado ante su nueva situación personal, que evidentemente ha podido implicar ciertos cambios a nivel hormonal, sino más bien porque ahora ya no hace nada para ocultar la pérdida de pelo, al fin y al cabo, es un hombre felizmente casado.
«Si Harry no toma medidas al respecto, es muy probable que en pocos años esté igual que su hermano», asegura el especialista. Sin embargo, la única solución posible es un transplante capilar, algo que ni siquiera se ha planteado el príncipe William, quien hace unos meses optó por raparse la cabeza.
Caprichoso es el destino, y más aún más la genética, que ahora se la ‘devuelve’ al hijo menor de Lady Di. Era él quien hace unos años se burlaba del duque de Cambridge por su pérdida de pelo: «Creo que William es más listo que yo, es algo que ya establecimos en el colegio, junto con su calvicie», dijo en una ocasión. Seguro que ahora ya no se ríe tanto… En cualquier caso, sigue siendo uno de los royals más sexies del planeta. Lástima que ya no esté libre.