El desafío del príncipe Guillermo a la tradición escocesa
El príncipe Guillermo se resiste a enseñar las piernas y lucir una de las prendas más icónicas de la vestimenta escocesa.
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Desde que se convirtiera en príncipe de Gales poco después de la muerte de la Reina Isabel el pasado mes de septiembre, el príncipe Guillermo ha ido dando pasos con los que ha dejado claro que tiene la intención de marcar su propio estilo, sin dejar por ello de tener presente el legado de su padre. El actual monarca ha sido el príncipe de Gales más longevo de los últimos tiempos y, como es lógico, su aportación al título es muy grande.
Sin embargo, Guillermo quiere aportar su propia impronta y esto puede implicar algunos cambios o modificaciones de las tradiciones. Por ejemplo, el heredero ha desafiado una de las costumbres más arraigadas tanto en su padre como en su abuelo, el antaño duque de Edimburgo y que tiene que ver con la vestimenta.
Ahora que el monarca se encuentra en Escocia, se ha podido ver a Carlos vistiendo el tradicional kilt, algo que hace de manera recurrente. Sin embargo, al príncipe de Gales no hemos visto con esta icónica prenda desde hace varias décadas, en concreto, desde que tenía diez años. Mientras que Carlos luce habitualmente el kilt, el príncipe Guillermo no parece haberle cogido el gusto a esta prenda y no la ha llevado en público en su vida adulta nunca.
Un gesto que, como es lógico, no resulta del agrado de los escoceses, sobre todo, porque el príncipe Guillermo ostenta varios títulos en Escocia, como el de Señor de las Islas o duque de Rothesay. Sin embargo, no parece que el descontento de los escoceses vaya a cambiar la actitud del Príncipe.
A pesar de que en su infancia lucía kilt sin reparos en sus estancias en Balmoral -donde parecía ser el uniforme de manera incuestionable-, a medida que el hijo del rey Carlos creció, la situación evolucionó, aunque no se saben muy bien los motivos por los cuales los hijos del monarca dieron carpetazo a esta icónica prenda. Lo que sí se sabe es que, a partir de cumplir los diez años, fue cuando ambos cambiaron las faldas por los pantalones. Ni siquiera en momentos tan importantes como su graduación en la Universidad de St. Andrews, el heredero recurrió al kilt.
Pese a que nunca han trascendido los motivos por los cuales Guillermo nunca más se ha puesto un kilt, no deja de ser llamativo y genera cierto desconcierto entre los escoceses, sobre todo, porque algún día, él mismo será rey de Escocia. Algunas fuentes apuntan a que el Príncipe arrastra algún tipo de trauma de la infancia, mientras que otros consideran que se trata de una decisión personal. Eso sí, la polémica está servida.
Aunque Guillermo no ha vuelto a llevar esta prenda, otros miembros de la Familia Real sí que llevan con regularidad esta prenda, o bien alguna otra que recuerda al tejido típico de los kilt, el tartán. Llevar kilt no es una obligación ni hay ninguna norma escrita al respecto, pero sí que forma parte de una tradición familiar entre los Windsor con más de un siglo de historia. El primero en llevarlo fue Jorge IV, tío de la reina Victoria, que decidió llevar esta prenda durante toda su gira por Escocia. En su caso, apostó por una falda de tartán rojo con líneas amarillas, negras y azules que se convirtió en el favorito de la reina Victoria.