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Un hotel de lujo con un significado muy especial. Doña Letizia ya está en Santo Domingo para su tercer viaje de cooperación desde que en 2015 cogiera el testigo de doña Sofía en esta materia. Un viaje que llega apenas seis meses después del que la Reina realizara a Senegal y que tiene por objetivo dar a conocer la labor de la Agencia Española de Cooperación en República Dominicana y Haití.
La llegada de la esposa de Felipe VI estuvo marcada por el revuelo y una cierta polémica ante la imposibilidad de los medios de captar imágenes de la monarca debido a las estrictas medidas de seguridad. Para su estancia en el país caribeño, la comitiva real ha escogido uno de los hoteles más emblemáticos de la capital, el Embajador. Se trata de un cinco estrellas localizado en el centro de la ciudad, en una de las mejores áreas de Santo Domingo.
El Embajador es un hotel ‘marca España’. Doña Letizia se ha decantado por un alojamiento perteneciente al grupo mallorquín ‘Barceló’. Una decisión que, aunque quizás no haya tenido nada que ver con la Reina, resulta curioso cuando ha pasado apenas un mes desde el incidente de la Misa de Pascua en Palma que puso en jaque la imagen de la Corona. ¿Estará la Reina acercando posturas con la isla cuando desde siempre ha mostrado cierto rechazo a pasar sus vacaciones allí?.
Tal como ha podido conocer este digital, la esposa de Felipe VI se encuentra alojada en las plantas superiores del complejo, donde se hallan las suites. El hotel tiene un total de 298 habitaciones que se distribuyen entre las plantas segunda y octava. Las mejores se ubican en las dos últimas, en las que está la suite presidencial. Los precios oscilan entre los 100 y los 700 dólares por noche dependiendo del tipo de habitación o suite.
Sin embargo, hay una suite que está por encima de todas las demás. La suite presidencial, en la que probablemente se encuentre alojada la Reina durante su estancia en el país. Se trata de una exclusiva habitación de 245 metros cuadrados con vistas al mar Caribe, sala de estar, cocina y comedor , y terraza con solarium e hidromasaje de 150 metros. Ocupa la novena planta del edificio y tiene acceso privado a través de un ascensor independiente. El precio de esta habitación no baja de 2500 dólares por noche aunque puede aumentar considerablemente dependiendo de la temporada y su uso no está limitado a autoridades, pese a que se les da preferencia.
La presidencial es la joya de la corona del Embajador, que 2015, se sometió a un exhaustivo proceso de remodelación cuando pasó a formar parte del grupo Barceló. Una reforma cuyo coste ascendió a más de 40 millones de dólares y que tenía por objetivo recuperar el prestigio de antaño, dando al complejo un toque vanguardista sin perder la esencia que lo convirtió en su origen en el hotel más exclusivo de la ciudad.
Entre sus ofertas, el hotel también cuenta con un nuevo Bi Wellness & Spa, con piscina privada, gimnasio y cuatro cabinas de tratamientos. Su ‘Jetlag recovery’ está «especialmente indicado para las personas que necesitan restituir la energía tras realizar un largo viaje. Gracias al masaje detox aplicado con aceite de lavanda logramos desinflamar el cuerpo, especialmente manos y pies, que se ven más afectados durante los trayectos transoceánicos», explica Carla García, gerente del spa. Y para finalizar, un ‘smoothie’ de manzana verde, limón, pepino, jengibre y menta verde, que ayuda a recuperar la energía.
Un hotel de leyenda
Desde su inauguración en 1956, este hotel ha sido uno de los destinos preferidos de numerosas personalidades del mundo del cine, la cultura o la política en sus visitas al país caribeño. Por sus suites y salones han pasado figuras de la talla de Cantinflas, José Feliciano, Errol Flynn, Al Pacino, Rock Hudson o Sofía Loren y además ha acogido el rodaje de algunos títulos tan míticos como la secuela de «El Padrino». Ahora, desde su remodelación pretende recuperar el esplendor de antaño y volverse a convertir en centro neurálgico de la actividad sociopolítica de la capital, eso sí, con marcado acento español.