El testamento de Felipe de Edimburgo, privado durante los próximos noventa años
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Más de un año después de la muerte del duque de Edimburgo, el tribunal de apelación del Reino Unido ha tomado una decisión en torno a su legado. Según se ha confirmado, el testamento del marido de la Reina Isabel continuará blindado los próximos noventa años, a pesar de que han sido algunos los medios que han insistido en que se revelara. Al parecer, en septiembre del pasado año, el presidente de la División de Familia del Tribunal Superior, Sir Andrew McFarlane, dictó en una audiencia privada que el testamento del Príncipe debía sellarse y continuar privado.
Una sentencia que el diario The Guardian apeló, sin éxito, dado que otros tres jueces han decidido desestimar la petición ya que, según apuntan no se trata de un caso en el que “la equidad exigiera que se notificara a los medios sobre la audiencia o se les pidiera que hicieran presentaciones antes del juicio”.
Los jueces han querido además mostrar su apoyo y respeto a la Reina Isabel y a la Familia Real y han apuntado que “la audiencia fue en su momento sumamente sensible para la soberana y su familia, y esos intereses no se habrían protegido si se hubieran informado en audiencias prolongadas en la prensa en lugar de una sola ocasión en la que se explicaron las razones completas de lo que se había hecho”. A esto hay que añadir que las circunstancias de este caso son excepcionales y a pesar de que es cierto que la ley ha de aplicarse de manera idéntica para todos, “eso no significa que la ley produzca los mismos resultados en todas las situaciones”.
Es cierto que esta falta de transparencia puede generar debate pero, “las reglas de las sucesiones no contenciosas permiten que los testamentos y sus valores se oculten de la mirada pública en algunos casos”. Debido a esto, el primer juez aplicó correctamente la ley, es más, matizan que no están seguros de que haya un interés público real por cómo se distribuyen los bienes de los miembros de ‘La Firma’.
Sin embargo, el medio discrepa sobre este asunto. Caolfhionn Gallagher, representante del diario, considera que si que esta audiencia fuera totalmente privada requería una justificación excepcional. Los abogados del fiscal general explicaban, no obstante, que la práctica de sellar los testamentos reales se había convertido en una “convención que ha estado vigente durante más de un siglo”. Por este motivo, no habría razón aparente para que el testamento del duque de Edimburgo viera la luz de manera pública.
Apenas unos meses después de su muerte, la Familia Real solicitó sellar el testamento del duque de Edimburgo, en una petición elevada al presidente de la División de Familia del Tribunal Superior. Una solicitud que fue admitida ya que, además, los testamentos de los miembros más antiguos de la familia real no están abiertos a la inspección pública, como sí suelen estar el resto de los testamentos de los ciudadanos.