El día que Carlos de Inglaterra ‘perdió los papeles’ y ‘reventó’ un lavamanos
Si hay algo que siempre ha caracterizado al príncipe Carlos es su exquisita educación. No en vano, la monarquía británica es quizás la más estricta de todas las monarquías europeas y donde el protocolo se observa con un cuidado que roza lo extremo. Al hijo mayor de la reina Isabel este afán por cumplir las normas hasta el mínimo detalle le viene inculcado desde la infancia. Primero en el internado de Gordonstoun, el mismo en el que estudió su padre, el duque de Edimburgo, donde la disciplina militar de carácter espartano estaba a la orden del día y más tarde en el refinado Eton, más del gusto de su abuela, la reina madre. Él mismo llego a decir que se encontraba mejor cerca de casa.
Sin embargo, en alguna ocasión se ha dicho que bajo la elegante apariencia del heredero al trono se esconde un fuerte carácter, que, gracias a su buena educación, pocas veces suele mostrar. No obstante, ello no es óbice para que aquellos que han tenido la oportunidad de pasar más tiempo en su compañía puedan relatar algunos episodios complicados de la vida del Príncipe.
Si ya de por sí la princesa Diana contó en varias ocasiones que Carlos de Inglaterra no era tan ‘inocente’ como pudiera parecer -haciendo referencia a su historia con Camilla Parker-, lo cierto es que también algunos miembros del personal al servicio del heredero han confirmado que el hijo de la reina Isabel a veces ‘pierde los papeles’.
Ken Stronach, antiguo mayordomo de Carlos, desveló a los medios cómo era trabajar con el Príncipe. Tiempo después, Clive Goodman, corresponsal de News of the World record algunas de las anécdotas para un documental que se hizo sobre el personal al servicio de los royals.
“Carlos y Stronach pasaron en casa de unos amigos un fin de semana y el príncipe, en lugar de dejarse ayudar, en una de las cenas, quiso ponerse el traje de gala solo, con la mala suerte de que uno de los botones se cayó al lavamanos y se fue por el desagüe”, contaba Goodman. “El Príncipe se puso tan nervioso que empezó a dar golpes hasta que arrancó la pila, pero consiguió recuperar la pieza”. La situación desbordó un poco a Stronach, quien solo pensaba en salir de la habitación, sobre todo cuando Carlos se acercó a él y le agarró: “entiendes Ken, solo tengo que dejar salir esto”, dijo el Príncipe.
Ken también tuvo un importante papel en los primeros años de matrimonio de los príncipes de Gales, cuando el hijo de la reina Isabel mantenía un romance con la que hoy es su esposa, Camilla Parker-Bowles. Una vez tuvo que quitar las manchas de hierba en el pijama de Carlos después de revolcarse entre los arbustos de Highgrove con Camilla, mientras Diana dormía dentro. “Carlos corría muchos riesgos con Camilla, pero es que estaba completamente ciego”, dijo.
El príncipe de Gales interpuso una demanda al que durante muchos años fue su ayuda de cámara para que no pudiera revelar más secretos a la prensa tras quince años al servicio de la Corona y ganó la batalla, de manera que Stronach tiene guardados muchos más secretos que ya no podrá contar, al menos de forma pública.