La delicada situación de Haakon de Noruega, un regente a la espera
El príncipe cumple un año más con su padre en un estado de salud complicado
El rey Harald no tiene la intención de abdicar y ceder el paso a la nueva generación
Haakon del Noruega acaba de cumplir 51 años, en uno de los momentos más complejos para las monarquías. La reciente abdicación de la reina Margarita de Dinamarca y la decisión del gran duque Enrique de Luxemburgo de nombrar a su hijo mayor, Guillermo, teniente representante, ha provocado un cambio de escenario en las monarquías europeas. Un cambio que comenzó con la abdicación de la reina Beatriz de Holanda, y continuó con la de Alberto de los Belgas y Juan Carlos I en España, lo que ha ido dando paso a una nueva generación de royals. Una generación de la que forman parte Federico de Dinamarca, Felipe de los Belgas, Guillermo de Holanda y Felipe VI, entre otros, así como Victoria de Suecia y Haakon de Noruega. Son los dos últimos los únicos que todavía no han tenido la posibilidad de dar un paso al frente, por la reticencia de los actuales jefes de Estado a abdicar.
Especialmente relevante el caso del príncipe Haakon de Noruega, que supera ya el medio siglo de vida. El heredero al trono noruego lleva ejerciendo de regente de manera intermitente varios años, debido a la delicada situación de salud de su padre, el rey Harald. Sin embargo, de momento, el monarca no tiene intención de cederle el trono.
Un rey ‘aferrado’ al trono
Tras la abdicación de la reina Margarita de Dinamarca el pasado mes de diciembre, fueron muchos los que se preguntaron si el resto de monarquías nórdicas seguirían su ejemplo, algo que, de momento, no va a ocurrir. Sobre todo, en el caso de Harald de Noruega que, a pesar de ser, ahora mismo, el monarca de mayor edad, se mostró muy tajante cuando se le sugirió la posibilidad de abdicar. El padre del príncipe Haakon de Noruega dijo claramente que su compromiso con la Corona era de por vida, lo que implica que la abdicación no es para él una opción, pese a sus achaques de salud.
Agenda reducida
Aunque está claro que que el monarca no tiene intención de abdicar, hace algunas semanas, en abril, la Casa Real anunció que el rey Harald retomaría sus funciones constitucionales tras su última baja médica pero, al mismo tiempo, confirmó que el monarca iba a reducir el número de compromisos en los que iba a participar. Una decisión que no resultó llamativa, sobre todo, por los problemas de salud que el jefe del Estado ha tenido en los últimos tiempos pero que, en definitiva, no deja el paso libre al príncipe Haakon, ya que, de momento, no se contempla la posibilidad de una abdicación.
«Su Majestad el rey vuelve a trabajar hoy, lunes 22 de abril. En relación con la reanudación del trabajo del rey, se realizarán algunos cambios en su programa en el futuro. A partir de hoy, el rey retomará sus funciones constitucionales como jefe de Estado, celebrará reuniones y audiencias en el Palacio, así como visitas oficiales por Noruega. Sin embargo, el rey hará ajustes en su programa en el futuro, debido a su edad. Esto supondrá una reducción permanente del número y alcance de las actividades en las que participa el rey. También se tomarán disposiciones prácticas en el ejercicio de su actividad oficial. Su Majestad está feliz de estar de regreso y reanudar su trabajo», expresaba el texto publicado por la Casa Real.
La estrategia del rey Harald ha colocado al príncipe Haakon en una situación compleja, ya que se ve obligado a ejercer de regente en numerosas ocasiones, pero sin posibilidad de convertirse en rey.
Una monarquía en aprietos
La reducción de la agenda de Harald no es el único problema al que ha tenido que hacer frente el príncipe Haakon que, ahora mismo, está al frente (a medias) de una monarquía que guarda muchas similitudes con la británica, en lo que respecta a la crisis de miembros en activo -con la princesa de Gales de baja por enfermedad y el rey Carlos III haciendo grandes esfuerzos por mantener el ritmo a pesar de su salud-.
La situación de salud de la princesa Mette Marit limita mucho su actividad, a lo que se suma que la princesa Marta Luisa también renunció a su agenda oficial para poder desarrollar su faceta profesional junto al chamán Durek Verret. En este escenario, solamente la reina Sonia y el propio Haakon tienen capacidad plena de representación, puesto que la princesa Ingrid aún está centrada en su formación y dado que el príncipe Sverre Magnus acaba de alcanzar la mayoría de edad hace unos meses.
De hecho, en la actualidad, a pesar de que la princesa Ingrid ya tiene 20 años, la Constitución noruega solamente contempla al príncipe Haakon como regente, lo que provoca que, en caso de indisposición de Harald y de ausencia de su heredero, el Gobierno en conjunto tiene la potestad de actuar como jefe de Estado. Algo que podría cambiarse, dado que la segunda en la línea ya ha superado la mayoría de edad.
Los problemas de salud del rey Harald
Los últimos años han sido muy complicados para el rey Harald debido a su salud. Sin embargo, pese a sus achaques y a sus varios ingresos, el monarca se resiste a ceder el trono al príncipe Haakon, de edad muy similar a la nueva generación de reyes de Europa. Además, el príncipe está de sobra acostumbrado a ejercer como regente, precisamente porque ha tenido que sustituir a su padre en multitud de ocasiones.
Aunque ahora ha decidido relajar su agenda, la realidad es que, hasta su último susto de salud, el monarca continuaba con su actividad con normalidad. Fue el pasado mes de febrero cuando, por su cumpleaños, el rey Harald viajó a Indonesia y allí se le diagnosticó una infección. Finalmente tuvo que ser trasladado de vuelta a Noruega en un avión medicalizado, y se le operó para colocarle un marcapasos permanente. En marzo se le dio el alta hospitalaria, aunque no fue hasta el mes abril cuando retomó sus compromisos, e informó de su intención de reducir su agenda, eso sí, después de una polémica por un viaje que muchos consideraban poco adecuado debido a su edad y condición.