MÁXIMA EXPECTACIÓN

La romántica escapada del Rey Carlos y Camila antes de que el príncipe Enrique desate la tormenta

Carlos III
El Rey Carlos III y Camila Parker-Bowles en Norfolk. / Gtres
  • Andrea Mori
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El Rey Carlos y su esposa Camila han comenzado el año en uno de sus rincones favoritos del mundo. A pocos días de que vea la luz la polémica biografía del príncipe Enrique y que se emita su entrevista previa a la publicación de este libro, la pareja se ha marchado a Escocia. Tal como han publicado medios británicos, el monarca y su esposa se encuentran en Aberdeenshire, en Birkhall, donde van a permanecer unos días hasta reincorporarse a la actividad.

Carlos

El Rey Carlos en la propiedad de Birkhall. / Gtres

Un entorno que es muy especial para el monarca. Más allá de que Birkhall se encuentra en las cercanías de Balmoral, donde falleció la Reina Isabel el pasado mes de septiembre, la propiedad tiene un significado profundo para Carlos III. Fue allí donde se refugió tras la muerte de la soberana, antes de retomar su nuevo papel institucional pero, al margen de las cuestiones oficiales,  la propiedad tiene fuertes vínculos con el monarca, a nivel personal.

El Rey Carlos y Camila Parker-Bowles posando en Birkhall.

El hoy soberano no solo pidió matrimonio a su segunda esposa en esta residencia en el Año Nuevo de 2004, sino que, además, la pareja pasó la luna de miel allí. Así lo reveló la autora Tina Brown en su libro, The Palace Papers: «Carlos le propuso matrimonio a Camila por fin durante el Año Nuevo de 2004 en Birkhall de rodillas. Cada uno había pasado la Navidad con sus familias y Carlos había informado a su madre, a sus hijos y al resto de su familia en Sandringham sobre lo que planeaba hacer». Según apunta la autora, en aquel momento, una encuentra popular daba bastante aprobación al matrimonio entre ambos, algo que era importante dado que se trataba de un futuro monarca.

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Carlos III y Camila Parker-Bowles la pasad Navidad.

Por este motivo y porque, además, Birkhall perteneció a la Reina Madre, la propiedad es muy especial para Carlos. No hay que olvidar que el Rey estaba muy unido a su abuela, de hecho, el anillo de compromiso de Camila perteneció a la madre de Isabel II e incluso era más valioso que el que en su día le regaló a Diana de Gales.

Tal como ha trascendido, a la pareja le gusta mucho estar en Birkhall, porque puede disfrutar de largos paseos por el campo y practicar diferentes actividades, como la pesca. Para la pareja, Birkhall es «un refugio único de comodidad y carácter», en palabras del monarca. Tanto es así, que aprovechan para viajar allí siempre que sus agendas se lo permiten. Ahora, en medio de la polémica por la inminente publicación del libro del príncipe Enrique, el momento es propicio para unos días de relax antes de que se desate una nueva tempestad.

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King Charles and the Queen Consort Camilla in Sandringham, Norfolk,

La elección de Birkhall en el caso del Rey Carlos III no es casual dado su apego por la finca, aunque contrasta con la de su madre, que solía permanecer en Sandringham hasta principios del mes de febrero. Un cambio de costumbres discreto propio de una nueva era.

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