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Ha llegado el día. Tras anunciar el fallecimiento de Isabel II, se ha puesto en marcha un estricto protocolo que comenzó ayer con el discurso de Carlos III y que ha continuado esta mañana con su proclamación como Rey. Y es que, aunque desde que murió su madre, el hasta ahora príncipe ya ostentó el cargo de Rey, ha sido hoy, 10 de septiembre, cuando se ha llevado a cabo de forma oficial su nombramiento.
La proclamación formal del Rey Carlos III celebrada en el Palacio de St. James de Londres se ha dividido en dos partes. En primer lugar, el Consejo Privado ha proclamado Rey a Carlos III sin su presencia. Penny Mordaunt, presidenta del consejo, ha informado sobre la muerte de Isabel II y ha presentado a Carlos de Inglaterra como su heredero, solicitando al Secretario del Consejo que leyera en voz alta el texto de la Proclamación de Adhesión, justo antes de que el organismo firmara el documento. En la segunda parte se ha realizado un segundo discurso de Carlos III como Rey: “Se me ha conferido una tarea a la cual voy a dedicar el resto de mi vida”, ha comenzado explicando, además de hacer su juramento como nuevo Rey de Inglaterra. Hace 70 años le tocó a Isabel II dar estos pasos y hoy, su hijo, en su memoria, ha hecho lo propio.
Un emocionado Carlos III ha estado arropado en todo momento por el gran amor de su vida, Camilla de Cornualles -ahora Reina Consorte- y por su hijo, el ahora príncipe de Gales. Un acto solemne, que ha contado con el establishment del gobierno británico, pero en el que se ha echado en falta la presencia de la Familia Real en este día tan agridulce. Mientras Reino Unido comienza una nueva era, los miembros de la Corona continúan con su duelo.
Un día histórico, en el que los sentimientos han estado más presentes que nunca. Mientras Carlos III se ha mostrado emocionado por comenzar su nueva andadura como Rey, su rostro también ha indicado cierta tristeza por tener que lidiar con la muerte de la mujer que le dio la vida. Un acto lleno de tristeza que se celebra tan solo dos días después del fallecimiento de la Reina más longeva de la historia, como así ha quedado retratado en los rostros de los protagonistas. Aunque todos los ojos estaban puestos en el nuevo Rey, lo cierto es que tanto Camilla como el príncipe Guillermo se han llevado gran parte del protagonismo. La ahora Reina Consorte se ha mostrado con semblante serio, con un rostro que denotaba consternación y tristeza, al igual que el nuevo príncipe de Gales, que ha destacado por su seriedad en todo momento.
Cabe destacar que el título de Reina Consorte que ha recibido Camilla tras la proclamación de Carlos III, fue un deseo expreso de Isabel II antes de fallecer. Durante la celebración de sus 70 años en el trono, la recordada monarca emitió un comunicado oficial donde declaró que, llegado el momento, la mujer de su hijo pasaría a ser Reina Consorte. Y así ha sido. Convertida ya en el apoyo fundamental del ahora Rey, la que fuera duquesa de Cornualles ha estado pendiente y arropando a su marido en todo momento. Sus miradas de complicidad han sido constantes y, de nuevo, su amor ha resaltado por encima de todo en estos complicados momentos.
Tanto es así, que en el discurso ante las autoridades de ayer, Carlos III también tuvo un hueco para su mujer: “Cuento con la amorosa ayuda de mi querida esposa, Camilla. En reconocimiento a su leal servicio público desde nuestro matrimonio hace 17 años, se convierte en mi Reina Consorte. Sé que aportará a las exigencias de su nuevo cargo la firme devoción al deber en la que he llegado a depender tanto”.