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El Principado de Mónaco no pasa por sus mejores momentos. La situación de la princesa Charlene ha provocado una reestructuración en los compromisos de la familia, lo que supone que parte de la carga de actos oficiales haya recaído en las hermanas del príncipe Alberto. No obstante, como era de esperar, ha sido el soberano el que más ha tenido que intensificar su agenda.
El soberano siempre ha estado muy volcado con las cuestiones relacionadas con el Principado pero, además, a lo largo de los años, ha sido capaz de aunar algunas de sus grandes pasiones con sus obligaciones. Este es el caso del mundo del motor o el deporte, que interesan mucho a Alberto. Por eso, no es extraño que el Príncipe aproveche siempre que puede para presidir competiciones deportivas, o acudir a diferentes actos relacionados con los coches, especialmente.
Precisamente esta semana, el soberano ha disfrutado de un momento muy especial. Sin la compañía de Charlene -que se encuentra aislada tras su positivo en coronavirus- ni de sus hijos, el Príncipe ha recibido la visita de uno de los coches más míticos de la historia. Se trata del Aston Martin DB5 de la saga James Bond, que ha hecho una parada en el Palacio Grimaldi antes de participar en la exhibición Top Marques que se celebra en el Grimaldi Forum de la ciudad de Montecarlo.
Una exposición de coches clásicos de la que, sin lugar a dudas, será una de las grandes estrellas. No se trata del modelo original que pudo verse en películas como Goldfinger, sino una réplica, que podrá verse en público a partir de este jueves. Es probable que el soberano aproveche algún momento para visitar la muestra, ya que es conocida su afición por el mundo del motor, así como la colección de vehículos que atesora y que comenzó su padre, el príncipe Rainiero.
En las imágenes que se han hecho públicas se ha podido ver a Alberto de Mónaco encantando con el coche, analizando todos los detalles y artilugios que hicieron popular a este vehículo, y disfrutando de una jornada diferente. Una cita a la que seguro habría gustado estar a sus hijos pequeños, los príncipes Jacques y Gabriella.
No es el príncipe Alberto el único apasionado de los coches, sino que se trata de una afición que comparte con otros royals, en especial, con el príncipe Carlos. De hecho, al hijo mayor de la Reina Isabel se le vio en junio de 2019 en una visita a los estudios Pinewood de Londres junto al coche original y en compañía del último James Bond, Daniel Craig. El heredero además cuenta en su colección con un Aston Martin DB6 que prestó a los duques de Cambridge en su boda y que ahora ha modificado para que funcione de manera sostenible.