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De periodista a Reina, así ha sido el cambio radical de vida de Letizia. Como ya es costumbre y manda la tradición, cada 15 de septiembre, la mujer de Felipe VI sopla las velas por una nueva vuelta al sol. Desde que el 1 de noviembre de 2003 la Casa Real anunciara su compromiso matrimonial con el entonces Príncipe de Asturias, su figura ha sido mirada con lupa en cada ocasión. Y es que, como buen personaje público, miembro de la realeza e icono de estilo, Letizia ha pasado a formar parte ya de la crónica social. Sin embargo, pese a haberse escrito y hablado prácticamente todo sobre ella, todavía hay algunos aspectos -o más bien curiosidades- que se desconocen de su persona y que te contamos a continuación.
El origen de su nombre
Una de las mayores incógnitas que rodean la vida de la Reina es por qué su nombre es con Z en lugar de con C. Una diferenciación sobre la que se manejan dos teorías. Por un lado, se dice que fue culpa del funcionario del registro civil que, al ser italiano, inscribió el nombre de esta manera, algo que gustó a los padres de la monarca y lo dejaron así. Mientras que la segunda hipótesis es que Paloma Rocasolano quiso ponerle ese nombre a su hija en honor a la cantante de Viva la gente, uno de sus grupos favoritos. Sea como fuere, lo cierto es que original es un rato.
Un volantazo que acabó en accidente
Corría el año 2003, tan solo unos días antes de que la Casa Real anunciara el compromiso de Letizia con Felipe, la entonces periodista tuvo un accidente que, afortunadamente, quedó en un susto, aunque podría haber acabado en tragedia. Ese 22 de octubre Madrid amaneció lluvioso y, cuando Letizia se disponía a acudir a su trabajo en TVE por la M-30 y, al salir del túnel de O’Donnell, su coche hizo aquaplanning, provocando un accidente múltiple. Entonces, los servicios del Samur que la atendieron dijeron que estaba «viva de milagro».
Su mejor amiga
No es ningún secreto que Sonsoles Ónega y Letizia mantienen una relación de amistad, pues la gallega no ha querido esconderlo en ningún momento. Al parecer, desde que estudiaron Periodismo, sus lazos se estrecharon y, aunque estudiaron en universidades diferentes, sus inicios en la profesión fueron los detonantes para comenzar una amistad que perdura a día de hoy. Es por ello que, pese a ser ambas personajes públicos, siempre han llevado su amistad en la más estricta intimidad.
El privilegio del blanco
Palacio está repleto de protocolos, y más en cuanto a estilo se refiere. Uno de ellos se denomina “privilegio del blanco”, que consiste en poder vestir de este color delante del Papa, saltándose así el protocolo general que prescribe la ropa negra. Y es que, se trata de una vía libre que solo dos royals puede fardar de ostentar: Letizia y Matilde de Bélgica, pues se trata de las únicas monarcas católicas de la realeza europea.
Adiós al anillo de casada
Hace ya varios años, la prensa rosa amaneció con un susto. Una fotografía de Letizia sin el anillo de casada en su dedo anular hizo saltar todas las alarmas, llegando a pensar que había una crisis matrimonial dentro de la monarquía española. Nada más lejos de la realidad. Tras el escándalo, la propia Reina se encargó de desmentir los rumores, apuntando a que se quitaba la alianza durante los actos oficiales porque los numerosos apretones de manos que tenía que llevar a cabo en las recepciones le hacían rozaduras.
Retoques estéticos
La medicina estética ya forma parte de la rutina beauty de cualquier it girl. Y, como buena amante de la belleza, Letizia no se ha querido perder los efectos de los retoques estéticos.
Aunque nunca ha habido confirmación oficial, las fotografías hablan por sí solas, respaldadas por los expertos en el campo. Además, la Casa del Rey sí que llegó a reconocer que Letizia se había sometido a una rinoplastia en 2008 para “solucionar algunos problemas respiratorios”.