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El Rincón: el descalabro de la joya de Carlos Falcó y una misteriosa venta

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  • Diana Torres
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Sumergida en la recta final de su camino hacia el altar junto a Íñigo Onieva, Tamara Falcó ha llevado a cabo un movimiento totalmente inesperado. Este no es otro que la venta del Palacio de El Rincón por nada más y nada menos que siete millones de euros, deshaciéndose así de uno de los enclaves más importantes a nivel familiar y en el que está previsto que se dé el «sí, quiero» con el empresario el próximo 17 de junio. Y es que, aunque los pensamientos que giran en torno al lugar en cuestión son de ensueño, lo cierto es que la decisión tomada por la hija de Isabel Preysler viene, en un principio, dada como consecuencia de la imposibilidad de invertir tanto dinero como tiempo en un inmueble que ya no genera beneficios a ninguno de los miembros del clan.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva en una boda. / Gtres

Tamara Falcó e Íñigo Onieva en una boda. / Gtres

Llama especialmente la atención el giro de los acontecimientos que ha tenido lugar en escasos doce meses. Era durante el pasado enero de 2021 cuando se daba a conocer que Tamara y su padrino y hermano mayor, Manuel, habían decidido comprar a Esther Doña la finca para gestionarla entre los dos. Un movimiento que probablemente ambos acogían con la mayor de las esperanzas y de las ilusiones y que sin embargo, no habría dado los frutos que han deseado, motivo por el que sonaba con fuerza que habían decidido cortar por lo sano y colgar el cartel de «se vende» para comenzar a buscar compradores cuando tan solo quedan cuatro meses para que sus instalaciones se vistan de gala para acoger uno de los eventos del año: la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Algo que finalmente se encargaba de desmentir la propia marquesa de Griñón durante su última aparición en El Hormiguero, apuntando que no tiene intención alguna de vender la finca, al menos por ahora, teniendo pendientes proyectos en ella que llenan de ilusión también a su hermano.

Una «joya de la corona» reducida a «cenizas»

En las últimas semanas y a raíz de su nuevo compromiso con Íñigo Onieva, la futura novia ha expresado por activa y por pasiva su deseo de vestir de blanco en la finca familiar, perímetro en el que vivió su padre, Carlos Falcó, y que sirvió de escenario para la parte más relevante de su exitoso reality de Netflix. Una grabación en la que podía apreciarse cómo El Rincón se trata de un enclave propio de un cuento de hadas, con amplias instalaciones tanto exteriores como interiores que dieron a la docuserie de Tamara un caché añadido que demostraba aún más el status social del círculo cercano a la marquesa.

Entrada al Palacio de El Rincón. / Gtres

Entrada al Palacio de El Rincón. / Gtres

Este Palacio se trata de una joya arquitectónica situada en la localidad de Aldea del Fresno, donde el que fuera marqués de Griñón residió con su cuarta y última esposa, ahora colaboradora de Y ahora Sonsoles, hasta que tuvo lugar su muerte el 20 de marzo de 2020. Sin embargo, antes de acoger a Carlos, este lugar contó con la presencia de grandes figuras de la historia de España, habiendo sido construido en 1862 por orden del conocido banquero Juan Manuel de Manzanedo y González, duque de Santoña. Unos años más tarde, se convirtió en la zona escogida por los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg para organizar cacerías que posteriormente quedaron registradas en algunos azulejos que a día de hoy siguen adornando una de sus puertas principales. Después, también fue visitado por descendientes de los monarcas mencionados como don Juan de Borbón, Juan Carlos I y Felipe VI, cuando este último aún era Príncipe de Asturias.

No obstante, El Rincón no solo ha estado muy presente en el ámbito de la realeza española, sino también en la esfera cinematográfica habiendo aparecido en éxitos como La escopeta nacional de Luis García Berlanga, Remando al viento con Hugh Grant, la miniserie El Rey o Mientras dure la guerra de Amenábar, para después ser uno de los elementos más destacados de la producción bautizada como La marquesa. Pero lo cierto es que, cuando tuvieron lugar esas grabaciones, poco o nada quedaba ya del encanto que lo había convertido en un enclave popular durante los años anteriores, motivo por el que Tamara y Manuel se han decantado por tomar una decisión que quizá nunca llegaron a imaginar.

Tamara Falcó en 'La marquesa'. / Netflix

Tamara Falcó en ‘La marquesa’. / Netflix

La caída estrepitosa de la celebración de eventos

Pero, ¿qué ha sido exactamente lo que ha hecho que Tamara y Manuel pasen de querer tener en sus arcas El Rincón, a querer deshacerse del palacio lo antes posible? Teniendo en cuenta la amplitud de la edificación, es costoso tanto a nivel personal como monetario mantenerla, haciendo que todas aquellas personas que se hacen cargo de ella tengan que esforzarse al máximo para sacarle el máximo partido. Es por ello que, cuando dejó de ser objeto de productores y directores de España para sus películas, se decidió dar al palacio un uso dedicado más a la hostelería, con la celebración tanto de eventos como de bodas que pudieran servir para ir manteniéndolo en perfecto estado. Así aparece reflejado en uno de los capítulos de Ruta 179 en Telemadrid, donde Santi Acosta tiene oportunidad de acceder a las instalaciones que conforman la totalidad del terreno para saber un poco más sobre ellas de la mano del difunto marqués de Griñón, que no tuvo problema alguno en enseñar uno de los pesos pesados de sus arcas con un amplísimo hall para recibir a los huéspedes, un antiguo patio de caballerizas, un gran salón social con chimenea, un «cuarto de la abuela» con su propio baño, un coto de caza, viñedos y sobre todo mucha historia que esconden cuatro paredes de gran relevancia a nivel histórico.

En ese mismo momento, Carlos Falcó ya aclaró al periodista que todo el espacio se estaba utilizando para la celebración de eventos y bodas para así poder realizar reformas que mantuvieran El Rincón en perfecto estado: «Si no fuera por la celebración de estos eventos sería imposible el mantenimiento tan costoso de este lugar», explicaba Falcó. Una serie de actos que por diversos motivos, desde el fallecimiento del padre de Tamara Falcó, han dejado de celebrarse paulatinamente haciendo desaparecer la fuente de ingresos vital del enclave, pese a que sigue apareciendo en distintos buscadores de la red como una «sala de banquetes en España». Sin embargo, pese a seguir apareciendo reflejados dos teléfonos de contacto en los principales buscadores y páginas especializadas en bodas y wedding planners, LOOK ha podido comprobar en los últimos meses desde que Tamara y Manuel se hicieran cargo de la explotación del mismo, que no hay nadie al otro lado de los diferentes contactos para contratar el Rincón para bodas y otras celebraciones, algo que deja entrever que, en todo este tiempo, no ha habido intención de organizar ninguna cita como las mencionadas previamente, ya sea por temas nupciales o simplemente de festejos ajenos a una boda.

Una caída de este servicio que hacía mella en los beneficios congelados de El Rincón Estates S.L, la empresa que contaba con más de 2 millones 400 mil euros de capital social en su creación (en abril de 2022) y desde la cuál se gestionaban a priori todos los movimientos del palacio. Esta parada de actividad también se notaba paulatinamente en las valoraciones de las personas que han pasado por él, así como de quienes no han podido llegar a contactar con los responsables para realizar el sueño de celebrar su gran día en un entorno único. Por otro lado, cabe destacar que los testimonios de los usuarios en torno al palacio han ido in crescendo con el paso de los años, pasando de ser un lugar alabado por todas aquellas personas que lo visitan y que disfrutan de una experiencia en él, a estar caracterizado por un «mantenimiento de la propiedad que no ha sido el mejor durante bastantes años», como puede apreciarse en distintos comentarios a los que ha podido acceder LOOK y  que señalan sin tapujos que los responsables deberían haber «invertido un poco en las instalaciones y cuidar la limpieza» en lo que al interior se refiere, ya que hay personas que han apreciado «grietas, paredes descorchadas y baños con cinta aislante», indicando que se trata de una instalación «en ruinas» a la que solo salva la belleza del jardín.

Jardín del Palacio de El Rincón. / Gtres

Jardín del Palacio de El Rincón. / Gtres

Por si fuera poco, estas opiniones de dejadez en torno a El Rincón quedan reflejadas también en las redes sociales de la edificación, las cuales llevan meses sin actualizarse y sin atender las peticiones de clientes que quizá antes de la venta hubieran estado dispuestos a alquilar la finca para así continuar con el legado que dejó Carlos Falcó. Ni rastro de opiniones y tampoco atisbo alguno de posts o recuerdos en los social media mostrando los eventos, bodas o celebraciones exitosas desde hace casi cuatro años (antes de la muerte del marques) ya que no los ha habido, como tampoco los ingresos tan necesarios de los que hablaba el Sr. Falcó.

El verdadero descalabro de El Rincón

Si algo queda claro a raíz de estas investigaciones, es que no todo es lo que parece. Apenas queda algo de lo que Tamara Falcó consideraba como su finca soñada para celebrar su boda con el «amor de su vida», pero lo cierto es que las imágenes de las zonas desangeladas que aparecían en el documental de La marquesa tan solo eran la punta del iceberg. Así ha podido saberlo LOOK a través de fuentes que se han desplazado a El Rincón con fines profesionales y audiovisuales, encontrándose el lugar en un estado totalmente inesperado y que, en cierto modo, dejaba mucho que desear: «El Palacio está que se cae. Cuando fuimos a localizar, nos quedamos muy sorprendidos al ver en qué condiciones se encontraban la mayor parte de las habitaciones. Es más, se cogieron las zonas más decentes para grabar y hacer la escena porque en el resto era imposible rodar», admite, dejando entrever que probablemente se haya hecho lo mismo para dar cabida a la docuserie de la marquesa de Griñón, haciendo caso omiso a las zonas en las que más mella ha causado el paso del tiempo. No solo eso, según los testimonios a los que ha podido tener acceso LOOK, la productora encargada de dar vida al documental inspirado en la vida de Tamara Falcó, se habría hecho cargo del acondicionamiento de las estancias elegidas para acoger la cena VIP de La Marquesa con invitados como la propia Isabel Preysler y su expareja, el escritor Mario Vargas Losa.

De esta manera, llama especialmente la atención que la ganadora de MasterChef Celebrity cuenta con muy poco tiempo para remodelar un palacio deteriorado y hacer de él un enclave ideal para unirse en matrimonio con su prometido en el que será uno de los días más importantes de su vida, el cual también contará con la presencia tanto de familiares como de amigos de ella y de sus seres queridos. Un trabajo que no será nada fácil para la marquesa, que probablemente se vea obligada a desembolsar una gran cantidad de dinero para cumplir su sueño y el que quizá sea uno de los últimos eventos que se celebre en una finca dotada de un gran significado.

Tamara Falcó

Tamara Falcó en la imagen promocional de Netflix. / Netflix

Un ingreso «de cine» con un triste final

Aunque se había oído hablar poco de El Rincón en los últimos meses, la emisión de la serie La promesa en Televisión Española ponía nuevamente al palacio en la primera línea del foco mediático. Sus productores escogían la finca en cuestión como perfecto escenario para dar luz verde a una grabación que se estrenaba el pasado 12 de enero y que poco a poco ha ido teniendo un buen éxito de audiencia. Sin embargo, lo que los encargados de la serie y la cadena pública pagaban a Tamara y a Manuel no parece haber sido suficiente para mantener la edificación tal y como lo hacía Carlos Falcó con las bodas y los eventos importantes, ingresando por el mes de rodaje tan solo una cifra que ronda en torno a los 30 mil euros, según confirmaba Informalia a través de fuentes de toda solvencia. Una cantidad de dinero que a priori parece abultada, pero que realmente es bastante reducida para cuidar un enclave antiguo de más de 30 habitaciones ubicadas en 4.000 metros cuadrados que necesitan un mantenimiento constante de infraestructuras interiores y riegos de calidad en los jardines para que las plantas y los cultivos no se echen a perder. Algo que parecía resultar imposible a unos hermanos que, según la propia Tamara, siguen teniendo ilusión por que la finca salga a flote con distintas iniciativas.

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