Tremenda bronca y primera expulsión en el ‘MasterChef Celebrity’ más "desastroso" de su historia
El primer programa de la segunda edición de ‘MasterChef Celebrity’ puede definirse como un tremendo «caos». Así al menos lo han catalogado los implacables jueces, Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz. «Habéis hecho historia, este ha sido el estreno de exteriores más desastroso de todas las ediciones», ha concluido Pepe. Ya lo venían anunciando el trío de la justicia culinaria: no iban a pasar por alto ni el más mínimo error solo por el hecho de tratarse de famosos. Nada que ver, todo lo contrario. Sin embargo, pese a los esfuerzos baldíos y los sudores no ha habido un fallo, sino muchos y solo han aspirado los doce concursantes en este primer programa a un mandil negro, metáfora de su éxito en la cocina.
Especialmente, Pepe y Jordi no han dudado en expresar su descontento y decepción a bocajarro. Lo mismo espetaban a Carlos Baute que «cantar lo haces de maravilla, pero es un asco tu cocina», ante su cara contrariada, o equiparaban el sentido del humor y la «guasa» de algunos ‘vips’ con falta de profesionalidad y rigor. Anabel Alonso ha sido un claro ejemplo de esto último desde el punto de vista de Jordi Cruz: «Me encanta tu guasa en la tele, pero no te rías de mi oficio porque yo no me río del tuyo». Ante semejante rapapolvo, la actriz, visiblemente sonrojada, se ha limitado a asimilar la bronca: «Acepto tu crítica, pero creo que he puesto toda la carne en el asador».
Anabel Alonso durante la presentación del programa /Gtres
«Para nosotros el estatus de vip lo habéis dejado aparcado en la puerta antes de entrar», dejaba patente su declaración de intenciones Pepe Rodríguez al comienzo del programa. En esa línea, ha sido una noche caótica de fogones precipitados «y nefasta organización» que ha terminado con un monumental sermón y con la expulsión de Usun Yoon, cuya suerte de tortilla coreana no le ha salvado de la prueba de eliminación: «Ninguno de tus platos es digno de este programa».
Mejor suerte han corrido los demás concursantes, quienes se han ido librando de la expulsión en dos grandes categorías: la de los platos más sorprendentes y la de los más aceptables. El mejor parado ha sido José Corbacho, mientras que Carlos Baute, Marina San José, Anabel Alonso y Bibiana Fernández han prometido «ponerse las pilas».
Si se pensaban los aspirantes a ganar el premio de 75.000 euros (que irá destinado a una ONG) que el concurso iba a ser tan confortable como la limusina en la que han llegado a las cocinas, ¡qué equivocados estaban!.
Primera prueba: Elaborar dos papillas para bebé
Ha sido su debut entre los fogones: elaborar dos papillas para bebés, una salada y la otra dulce. Debían estar cremosas y suaves, han sido las únicas directrices de los jueces. Con 60 minutos y un animador estrella, Miguel Ángel Muñoz -el ganador de la primera edición-, los doce concursantes han defendido sus artes culinarias como han podido.
Patricia Montero durante la presentación de la 2 temporada /Gtres
Mientras Patricia Montero demostraba su pericia como madre, Saúl y Usun no solo se han cortado un dedo de los nervios, sino que no han atinado a darle de comer a los bebés reales que el programa ha puesto como ‘catadores’. Por su parte, Juan Betancourt, en pleno agobio, ha asegurado: «Si hubiera sabido que tenía que hacer una papilla, habría tenido hijos antes». Una declaración que no ha pasado por alto Samantha, quien ha preguntado, sagaz: «Pero, ¿tienes novia?». Juan ha respondido: «No, no tengo a nadie que me cocine». Si bien es cierto que el modelo ha dejado claro que en su romance con Rocío Crusset no quiere «etiquetas», recientemente sí ha reconocido que él y la hija de Mariló Montero son «más que amigos». La mejor papilla, según el veredicto, ha sido la elaborada por José Corbacho.
Segunda prueba: Cocinar dos barbacoas, una de carne y otra de pescado
En esta prueba se ha producido el verdadero caos del concurso. El equipo ha realizado su primera prueba de exteriores en Fuerteventura y la mala organización de los dos equipos, el azul y el rojo, ha sido la auténtica protagonista. Mientras que Bibiana Fernández no ha participado en esta parte por estar enferma, sus compañeros han demostrado con creces que para trabajar en equipo todavía les queda rodaje y práctica.
«Vaya desastre, aquí no hay organización ninguna. Quedan 30 minutos para que vengan los 80 comensales y no está casi nada terminado», les reñía Pepe de los nervios. «Estos no sabían dónde se metían. ¡Trozos de carne desiguales, arroz duro, el postre sin preparar», apostillaba Jordi. En definitiva, un desastre monumental que terminó con el peor de los obsequios de cocina: el mandil negro para todos. De los dos equipos, solo Silvia Abril y Edu Soto se han librado de la prueba de eliminación.
A estos once concursantes, con la expulsión de Usun, les ha quedado claro que deben ponerse las pilas. El nivel de exigencia es más duro que nunca. Con sus mejores deseos han prometido esforzarse.