El retorno de Alba Carrillo: "No mantenía relaciones con Feliciano López"
Alba Carrillo regresa a la televisión, en concreto a ‘Sálvame Deluxe’ este viernes. Todo indica a un cambio de estrategia mediática: ha pasado de guarecerse en el más asfixiante de los silencios, para terminar reapareciendo bajo un foco televisivo seguido por millones de espectadores, y conocido por su viperina opinión: el espacio estrella de Mediaset. Precisamente, el espacio con el que llevaba tiempo negociando debido a su intención férrea de desvelar los secretos de Feliciano en un plató a cambio de una suculenta cuantía económica.
En su retorno televisivo, Carrillo se guarda munición potente en la chistera, y se sienta en televisión para dibujar, según ella, el verdadero retrato del tenista. Alba destaca en el avance que muestra ‘Sálvame Deluxe’ sentirse durante la relación sentimental «como un trapo», incluso desvela que llegó a dormir más de una noche en el suelo. Asegura que Feliciano llegaba tarde a casa y decía que le dolía la cabeza; «ni me tocaba, no mantenía relaciones con él». El punto de inflexión en su relación, remarca, fue irse a vivir a casa del tenista: «Que siempre fue la casa de él, no de los dos». Subraya que los cambios de humor de Feliciano eran desoladores.
Alba Carrillo y Feliciano López en imagen de archivo / Gtres
La modelo desapareció del mundanal ruido social y televisivo de manera drástica hace unos meses, y delegó en su abogada, Teresa Bueyes, toda cuestión legal o mediática. Todo hacía entender a una suavidad en actitud estudiada y pensada. La propia abogada ha confesado recientemente que la cláusula de la separación de bienes entre ambos que firmó Alba es nula: «Le dijeron a Alba que era estándar y se confió, cuando con esa firma encubrían un negocio ilícito de Feliciano», manifiesta Bueyes. Remata que la modelo confiaba en su marido totalmente y que en su peor momento emocional ella se estaba medicando, víctima de una depresión.
La nueva ejecución mediática de Alba pasa por cancelar su cuenta de ‘Instagram’, medio social en el que no se mostraba dubitativa a la hora de lanzarle pullas personales a su todavía marido, el tenista Feliciano López. Su contencioso judicial y personal se recrudecía en cada publicación que mostraba la modelo, echándole más sal a una coyuntura mediática ya de por sí efervescente.
Cuando ella rompió toda relación afectiva con el tenista desde la revista ‘Hola’, en la que anunciaba que Feliciano le había pedido el divorcio de manera «fría y distante’, un maremoto protagonizó la prensa del corazón. Alba reclamaba, como hipotenusa de la ruptura, motivos derivados de la falta de interés en la relación, un deterioro de la convivencia que sumó, según la protagonista, el papel que jugaba la familia de su novio.
Carrillo se llegó a lamentar de la «excesiva intervención de la familia de Feliciano», subrayando este extremo tanto en lo personal como en lo profesional. Dentro del ámbito de las conjeturas y cábalas, hay quien apunta que la situación entre ambos era tan irreversible, que Alba se insufló de valor y le dio a elegir entre ella o su familia.
En esta noria de fuentes personales que ensalzaban o hundían la figura de uno u otro, salían personas amigas del tenista que alegaban que Feliciano nunca supo encajar los cambios de personalidad de Alba: «Al igual que hablaba tan mal a las empleadas de su casa que llevan años ayudándolo, hablaba de la familia de Feli», aseguraron algunos testigos.
Hubo una fuente fehaciente del tenista que se atrevió a tambalear los cimientos de la boda: «Días antes de la boda, Feliciano llegó a decir que ya no podía echarse atrás, que debía casarse». Incluso, hay quien remata diciendo que Alba le pidió a López que dejara el tenis. Al fin, conjeturas que este viernes Alba Carrillo quiere convertir en mentiras o en certezas.