¿Por qué llamaban ‘Cachuli’ a Julián Muñoz, ex pareja de Isabel Pantoja?
Julián Muñoz siguió los mismos pasos que Rocío Carrasco, a través de su propio documental al que llamó: No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad. El ex político conoció el precio de la fama al iniciar, en 2003, un romance con una de las tonadilleras más famosas y reclamadas en el mundo del folclore: Isabel Pantoja. Lo que comenzó siendo una bonita amistad terminó culminándose como una de las historias de amor más sonadas de todos los tiempos. Un romance que no terminó como los protagonistas de esta historia hubiesen imaginado jamás. Ambos acabaron en prisión y su idilio se dinamitó.
Julián Muñoz en una imagen de archivo./Gtres
Dejando esta historia de amor con fecha de caducidad a un lado, hay un dato por el que el ex alcalde de Marbella fue conocido por la prensa rosa. No es nada más y nada menos que el apodo de «Cachuli». Si en un principio parecía algo despectivo, nada más lejos de la realidad. Este nombre respondía a un apelativo cariñoso familiar y no a un insulto o burla como muchos pensaban por aquel entonces.
Julián Muñoz e Isabel Pantoja en una imagen de archivo./Gtres
Fue su prima, Emilia Vinuesa Muñoz, quien aclaró todo este asunto en 2006 cuando intervino en el programa Por la mañana de TVE para defender a Julián. Fue entonces, cuando aclaró y explicó la anécdota que se remonta a la infancia de la ex pareja de Isabel Pantoja. «Cuando era pequeño, le llamábamos Julianín, y tenía un amiguito que no sabía pronunciarlo bien y decía Cachuli», contó este familiar en el citado espacio. «Ese amiguito murió y desde entonces, nunca le decimos Julián», añadió Vinuesa. De esta manera, Emilia dejaba claro que para su primo era «un orgullo» que le llamaran así.
Julián Muñoz e IsabelPantoja en una imagen de archivo./Gtres
El documental de Julián Muñoz
Julián regresó a la pequeña pantalla en una de sus entrevistas más esperadas. Lo hizo en forma de documental en el que narró en primera persona el poder que adquirió cuando era alcalde de Marbella y su bajada el infierno cuando fue condenado a 20 años de prisión por cohecho, malversación de fondos públicos, prevaricación urbanística y fraude, entre otras acusaciones que se recogieron en el mediático ‘Caso Malaya’. Esta aparición televisiva le sirvió para dar a conocer su versión de esta historia que tantos titulares acaparó, ya que en lo económico, el ex político no benefició porque la Justicia embargó todo el dinero que ganó.