'El Hormiguero'

Omar Montes, sin filtro: cuánto y cómo engordó con su último disco y el dineral que se gastó

Omar Montes, en 'El Hormiguero' / Flickr
Omar Montes, en 'El Hormiguero' / Flickr
  • Alberto Ardila
  • Periodista especializado en crónica social, exclusivas y televisión.
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Hace tiempo que Omar Montes consiguió escribir su nombre con letras de oro en la siempre competida industria musical. Ya es un fenómeno de masas, sobre todo en el público joven. Sus letras sin filtro, sus descarnadas experiencias y la naturalidad con las que la cuenta le han valido para meterse al país en el bolsillo. Ya nadie se acuerda de él como «el exnovio de Isa Pantoja» sino como uno de los cantantes de mayor impacto en la actualidad.

Pablo Motos y Omar Montes / Flickr El Hormiguero

Pablo Motos y Omar Montes.

Escuchar al de Pan Bendito es como abrir una enciclopedia de la calle y con su espontaneidad se presentó en El Hormiguero este pasado lunes. El objetivo no era otro que presentar su nuevo álbum, Quejíos de un maleante, del que dice que «me recuerda a los discos de los Chichos, Los Chunguitos…lo de ser un maleante se lleva por dentro, no es como una chaqueta que te aburres de ella y te la quitas», confiesa.

Omar Montes nunca ha escondido que ha tenido que hacer algunas trastadas y que en su barrio ha coqueteado con la ilegalidad. Durante su visita al programa de Antena 3 rescató una divertida anécdota: «Lo recuerdo con mucho cariño, entrar a un supermercado y salir corriendo con los calcetines llenos de Avecrem y vendérselos a la china de mi barrio por 50 céntimos».

Sobre su nuevo trabajo, Omar Montes bromeó con todo el trabajo que le ha costado: «Como siga haciendo discos, me quedo calvo». Ha trabajado durísimo para sacarlo: «Año y medio porque gran parte del disco lo he grabado en Atlanta con productores americanos que le han dado una vuelta al flamenco». Desvela que había días en los que no se acostaba en la cama: «Soy nocturno, he estado muchas horas en el estudio, muchas veces no me daba tiempo ni irme a casa y dormía en el estudio en una colchoneta».

Pablo Motos y Omar Montes / Flickr El Hormiguero

Pablo Motos y Omar Montes.

Los meses de grabación fueron duros y eso le hicieron descuidar su alimentación hasta el punto de coger más peso del debido: «Teníamos una barbacoa en el estudio. Engordé 5 o 6 kilos, pero como hago tanto deporte no se me nota», bromeó con Pablo Motos.

Quejíos de un maleante ha sido un trabajo muy costoso y no solo en horas sino también en billetes. Omar alquiló una cárcel en Miami para grabar el videoclip de su última canción junto a Farruko, por el que desembolsó 14.000 dólares: «Me dieron como 3 o 4 horas para grabar el vídeo, Farruko y yo lo grabamos con todos los presos. Al principio estaban un poco tensos, pero después muy bien. Grabamos el videoclip y es uno de los mejores que tengo y el más caro», contó.

Por último, Omar Montes dio su sincera opinión sobre Miami: «Está sobrevalorado, los artistas tenemos que irnos allí para que nos respeten. Pero al final lo que has aprendido lo has hecho aquí, mi carrea es de aquí, allí es postureo puro y todo te cuesta mil euros (…) los artistas se mudan allí por el postureo, no hay otra», finalizó.

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