María Palacios y su hija devuelven la ‘normalidad’ a la vida de Alessandro Lequio
Casi un mes después de la pérdida de Aless Lequio, son María Palacios y la pequeña Ginevra las claves de la normalidad de Alessandro Lequio
«La vida sigue», fueron las palabras con las que Ana Rosa Quintana dio la bienvenida a Alessandro Lequio en su regreso al trabajo tras el fallecimiento de su hijo Álex el pasado 13 de mayo. «Absolutamente», contestaba el conde todavía muy triste por tan semejante golpe. Toda la familia sigue de duelo, incluida María Palacios, cómo no. La mujer del italiano tenía un vínculo muy especial con el hijo de Ana Obregón y ha sufrido mucho su pérdida. La periodista ha permanecido estos dos años de batalla de Álex en un elegido segundo plano, cediendo el protagonismo a su marido. Entendía que no podía ser de otra manera y así fue hasta el último día.
Pero hay que levantar cabeza y eso pasa por seguir viviendo aunque a veces cueste. María Palacios ha retomado sus quehaceres diarios. Así la hemos visto en las últimas horas, saliendo de su domicilio para hacer unas compras. Y lo ha hecho en compañía de su hija. La pequeña Ginevra se ha convertido en el oasis dentro del desierto de la pareja, el motivo de su felicidad y el sostén de Alessandro Lequio y su esposa. La niña caminaba junto a su madre y estaba encantadora con su capa puesta a modo de princesa superheroína.
María Palacios y su hija / Gtres
El fatídico cáncer que acabó con la vida de Álex Lequio ha vuelto a tener una indeseable cuota de protagonismo en la familia. El hermano de María, Borja, también lleva tiempo luchando contra esta enfermedad. De hecho, en el mensaje de despedida que le puso al hijo de Ana Obregón le prometió que ganaría el pulso en su honor: «Yo sigo en la batalla, y aunque jamás la libraré con la misma fuerza y valor que tú, te juro que la ganaré por ti».
María Palacios y su hermano / Gtres
Aunque María Palacios siempre ha optado por la discreción y por mantenerse alejada del titular, hace unos días pronunció sus primeras palabras ante los medios de comunicación. Ella y su marido acuden regularmente a la casa de Ana Obregón en La Moraleja para arroparla en estos duros momentos: «Agradezco el apoyo, de verdad, pero cualquier palabra se queda corta, así que prefiero no decir nada», comentaba a sus compañeros de profesión. La madre de Álex está atravesando un momento muy amargo que ha empeorado más -si cabe- con la muerte de ‘Luna’, la perrita que tenía el joven emprendedor y que se ha ido tan solo unas semanas después del deceso de su dueño.