Retrato de la ‘primera dama fantasma’: lo que dicen sus gestos
A estas alturas es difícil que Marcela Topor no cope titulares en la prensa de manera casi diaria. Con su marido, Carles Puigdemont, en el punto de mira desde que se declarase la independencia de Cataluña de manera unilateral, su mujer se ha convertido en un objetivo claro de la opinión pública. Sus apariciones del brazo de su marido, sus entrevistas en la televisión catalana e incluso su ‘paradoja unionista’ descubierta por este digital son buenos ejemplos de ello. Sin embargo, ¿Cómo es el retrato de ‘la primera dama fantasma’? No hay que olvidar que Marcela no deja de ser la mujer de un presidente que actualmente está en Bruselas con miras a quedarse y cuyo equipo ha sido destituido.
Convirtiéndose en la mujer de un ‘gobierno fantasma’, Marcela «tiene un paso rápido y firme. Cuando va con su marido le deja que vaya delante, pero en ambientes más distendidos, ella toma la iniciativa y coge la primera posición. Es decidida y dominante», comienza contándole un experto a LOOK.
[EN IMÁGENES | Las mujeres que ‘se han casado’ con el independentismo catalán]
Marcela Topor acompaña a Puigdemont en un baño de multitudes en Gerona / Youtube EFE
Además, cuando Topor ha acompañado a su marido por la calle en momentos de máxima expectación para el pueblo catalán, «mete las manos en los bolsillos dejando sus pulgares fuera, algo que se asocia a personas dominantes», según José Luis Martín Ovejero, experto en comunicación no verbal.
«Sonríe con facilidad y su lenguaje lanza con frecuencia palabras y mensajes positivos». Además cuando está segura de lo que dice (en entrevistas como la que le hizo la periodista Pilar Rahola en tv3), «acompaña con gestos de sus manos el contenido del mensaje, lo enfatiza, así como con la inclinación de su cuerpo hacia el otro interlocutor, todo lo cual es muy positivo dado que transmite mayor credibilidad. Su comunicación es convincente», indica el experto.
Destaca también por ser discreta e introvertida
Marcela Topor aparece en los últimos segundos del vídeo / Youtube EFE
Por otro lado, Martín Ovejero subraya que Topor es discreta e introvertida. «No parece una persona a la que le guste ser el centro de atención ni ser el objetivo de las cámaras. Se aprecia por sus miradas descendentes cuando se siente más observada, tratándose de evadir de esos. Para ella, son momentos incómodos», analiza.
Por otro lado, «se advierte que tiende a lo introvertido en sus gestos no expansivos, sus posturas más de miembros pegados a su cuerpo, manos cogidas entre sí o cogiéndose las rodillas con sus dos manos. Todo ello refleja se siente más segura y cómoda en las relaciones que ella estima de su confianza», concluye.