El escalofriante relato de Linda Evangelista: "Tengo un pie en la tumba"
La transformación física de Linda Evangelista: de su drama en quirófano a imagen de Fendi
Linda Evangelista reaparece para enseñar las secuelas de la operación que la deformó
De Nagore Robles a Linda Evangelista: las famosas que salieron descontentas de sus cirugías estéticas
Pese a que Linda Evangelista es una de las modelos más famosas, aclamadas y reconocidas de los años 90, siempre ha intentado ser discreta con su vida personal. Los problemas y la intimidad han quedado relegadas a un segundo plano cuando su nombre sonaba con fuerza en la crónica social del mundo entero. Pero ahora se ha armado de valor y, abriendo de par en par su corazón, ha desvelado el complicado estado de salud al que ha tenido que hacer frente estos últimos años; un revés que podría aparecer de nuevo en cualquier momento: cáncer de mama.
A sus 58 años, la modelo no solo ha tenido que superar la criolipólisis que la dejó «irreconocible» recientemente y de la que habló largo y tendido hace tiempo, sino también dos cánceres. El primero llegó en 2018 y, aunque lo superó, la enfermedad volvió a su vida en 2022. Así lo ha confesado por primera vez de forma pública durante una entrevista concedida para The Wall Street Journal, en la que ha dejado claro que el cáncer no va a acabar con su vida: «Cava un agujero en mi pecho. No quiero que se vea bonito. Quiero ver un agujero en mi pecho cuando hayas terminado. ¿Me entiendes? No me voy a morir de esto».
En su entrevista más personal, Linda Evangelista ha revelado la primera vez que le detectaron la enfermedad, algo que nunca crees que te podría pasar a ti. » Los resultados no eran buenos y, por otros factores de salud, opté por una mastectomía bilateral. Pensando que iba a estar bien ya de por vida. Que el cáncer de mama no iba a matarme». La intervención fue bien y pronto se recuperó, pero cuatro años después, el cáncer volvió a llamar a su puerta después de descubrir un bulto en su pecho. Se sometió a varios tratamientos de quimioterapia y radioterapia, dejando su físico a un lado y centrándose de lleno en su salud. A día de hoy, está recuperada, aunque no plenamente. A pesar de que el diagnóstico es positivo, siempre hay riesgo de que la enfermedad vuelva a aparecer: «Sé que tengo un pie en la tumba, pero estoy totalmente en modo celebración».
Nunca antes había hablado de este proceso, en gran parte por sentirse sin fuerzas de enfrentarse a la opinión pública. Pero ahora ha visto la ocasión perfecta para alzar la voz y contar su experiencia, en un intento de poder ayudar a alguien que esté pasando por lo mismo. «Lo he mantenido en silencio, no soy de esas personas que tiene que compartirlo todo. Pensé en compartirlo todo cuando hubiese pasado, no quería al Daily Mail todo el día esperando en la puerta de mi casa como hacen cada vez que pasa algo», ha confesado.
Eso sí, a pesar de la dureza de la situación y de los múltiples baches de salud a los que ha tenido que hacer frente, Linda no ha perdido nunca la ilusión por seguir viviendo y, sobre todo, por aprovechar cada día como si fuera el último. «Estoy muy feliz de estar viva. Todo lo que venga ahora es una bonificación», ha zanjado, desvelando que se considera a sí misma «una superviviente en espera».