Kiko Rivera pone punto final a su reposo tras el ictus para volver a los escenarios
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Podría decirse que los últimos dos meses no han sido nada fáciles en la vida de Kiko Rivera. Fue durante el pasado 21 de octubre cuando el DJ fue ingresado de urgencia en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla tras sufrir un ictus. Un durísimo varapalo por el que una gran parte de sus seres queridos, y especialmente su esposa Irene, se mantuvieron a su lado, optando él por alejarse del foco mediático y de sus quehaceres laborales hasta nueva orden y sobre todo hasta que los profesionales médicos lo creyeran conveniente.
Ese momento parece haber llegado hace escasas horas, cuando el hijo de Isabel Pantoja ha hecho uso de sus redes sociales para dar pistoletazo de salida a su próxima gira, la cual tendrá lugar de cara al 2023: “Presiento que va a ser un buen año”, escribe el intérprete de Quítate el top en su cuenta de Instagram, avisando además de que ya está “abierta” la contratación, y que es cuestión de tiempo que empiece a dar más detalles sobre los proyectos que tiene preparados: “Ya se están empezando a cerrar fechas”, asegura, dejando entrever que estas últimas semanas le han servido para cargar pilas y volver al trabajo con más fuerza que nunca para retomar el contacto con sus seguidores, los cuales probablemente esperan como agua de mayo que el hermano de Isa Pantoja lance un nuevo hit musical.
No obstante, cabe destacar que quizá quede cierto tiempo para que el hermano de Cayetano Rivera vuelva a lanzar música, así que habrá que esperar para ver qué le depara un 2023 en el que tiene puesta una gran parte de su ilusión. De esta manera, Kiko pone el broche de oro de la mejor de las maneras a un 2022 que probablemente prefiera olvidar, marcado por el ictus que padeció y que mantuvo a todos sus allegados en vilo durante unos días. Y es que, pese a ser dado de alta unas horas después del susto, el artista sufrió algunas secuelas como la dificultad a la hora de mover la mitad de su rostro y de caminar. Algo que poco a poco fue superando con ayuda de los profesionales pertinentes y que ahora parece haber quedado en el pasado, habiendo hecho incluso que el protagonista en cuestión adquiera unos hábitos de vida mucho más saludables que anteriormente.
Lo que tal vez el sobrino de Bernardo Pantoja no podía llegar a imaginar es que, tan solo unas semanas después, concretamente el 12 de diciembre, volvería a sufrir otro susto en lo que a su salud se refiere a consecuencia de una fascitis plantar. Una afección que Kiko intentaba tomarse con la mayor naturalidad, comparando su pie con “un mollete de Antequera”, aunque sin quitar gravedad al asunto: “No me puedo mover”, confesaba a través de su cuenta de Instagram. Sin duda alguna, unas situaciones muy complicadas en las que ha contado con el apoyo de Irene Rosales en todo momento, convertida ya en el indiscutible pilar fundamental de su vida.