Actualidad

Enlace falso

Irene Rosales arroja luz sobre su ‘boda fingida’ con Kiko Rivera

  • Diana Torres
    • Actualizado:

Lo que fue un día de ensueño para Irene Rosales podría haberse convertido en un engaño. El 7 de octubre de 2016, Kiko Rivera y la de Sevilla se daban el “sí, quiero” por medio de una ceremonia civil, sellando así una relación amorosa que se remontaba hasta mayo de 2014. La pareja decidía casarse bajo la gran expectación de los medios de comunicación de nuestro país y de los invitados de la ceremonia, que no quisieron perderse ningún detalle del día más especial de la vida de ambos.

Lo que no podía imaginar la gran protagonista de aquella historia de amor es que estaba siendo objeto de una farsa por parte del que supuestamente se había convertido en su marido. Según cuenta Gustavo González en exclusiva para La Razón, el hijo de Isabel Pantoja habría tenido algunas “reticencias” para casarse con Irene Rosales, pese a la lealtad absoluta que la colaboradora ha mostrado al DJ en un sinfín de ocasiones. Y es que para poner fin a las peticiones de Irene, Kiko habría optado por montar una boda con todo lujo de detalles, aunque sin validez legal, lo que “facilitaría” los trámites si en algún momento se rompía la relación.

Una opción con la que también consiguió rentabilizar un enlace que no fue real y que se convirtió en el tema central de decenas de revistas y platós de televisión de nuestro país. Familiares, amigos y rostros conocidos no dudaron en viajar hasta Andalucía para presenciar el enlace de Kiko e Irene, eso sí, sin saber cuáles eran los verdaderos planes del novio. Tampoco los sabía la propia Irene, que firmó un papel que su marido no entregó en la administración y guardó con intención de no hacerlo público nunca.

Por su parte, las intenciones del intérprete de Así soy yo no eran menos que seguir con este engaño y que nunca saliera a la luz la realidad. Pero los planes se torcieron para Kiko el 30 de enero de 2018, con el nacimiento de su hija Carlota. Seis días después, la pareja tuvo que acudir para inscribir a la pequeña en el Registro Civil. Un movimiento que no terminó de convencer a la exconcursante de Gran Hermano VIP, que no entendía por qué tenían que hacer los trámites de manera conjunta si ya estaban casados. Pero la sorpresa vino cuando en ese registro figuraba que el estado civil de ambos padres de la pequeña recién nacida era la soltería.

Como no podía ser de otra manera, la reacción de Rosales fue bastante negativa y produjo una crisis en la pareja, según confirma Gustavo González. Unos tensos momentos que Irene tuvo que vivir sola para no provocar un escándalo mediático que hubiera sido inminente por aquel entonces. Pero aún así, la colaboradora continuó al pie del cañón junto a su pareja y le apoyó en todas y cada una de sus apariciones televisivas, incluso cuando públicamente admitió su adicción.

Kiko Rivera prometió a su esposa que conseguiría formalizar los trámites de una vez por todas y hacer oficial esa boda que tantos quebraderos de cabeza había traído a la novia. De hecho, el colaborador de Sálvame asegura que Irene habría puesto como condición de su participación en GH VIP que Kiko “pusiese remedio al fraude del que fue objeto”.

Tres años después, oficializan su matrimonio

Fue el pasado 24 de abril de 2019 cuando la pareja acudía al juzgado de Paz de Castilleja de la Cuesta para poner fin a la pesadilla ideada por el cantante y hacer oficial un enlace que se supone que ya estaba en camino de celebrar su tercer aniversario. Como Gustavo y Socialité aseguran, Kiko e Irene acudieron acompañados de dos testigos de máxima confianza para que el lío no trascendiera más allá: el representante del DJ y una de las mejores amigas de Irene.

Anabel Pantoja y Omar Sánchez casándose / Gtres

Esta noticia llega prácticamente un mes después de que la prima de Kiko pasara por el altar junto a Omar Sánchez. Una celebración duramente criticada por el cantante y a la que prefirió no acudir mientras guardaba luto por la muerte de doña Ana. Y es que el hijo de Paquirri no habría visto con buenos ojos que Anabel hiciera una fiesta por su boda, teniendo en cuenta que acababa de fallecer su abuela y ya se había casado por lo civil con el exconcursante de Supervivientes.

Irene Rosales desmiente la noticia

Una vez conocida la noticia en todos los rincones de nuestro país, en Viva la vida han querido ponerse en contacto con su compañera Irene Rosales para aclarar si la noticia de La Razón tenía algún matiz que la propia protagonista quisiera aclarar. Por su parte, la sevillana ha sido bastante contundente y no está de acuerdo con lo que se ha dicho sobre su matrimonio: «El problema que nosotros tuvimos es que nos íbamos a casar el mismo día de la boda pero se nos extraviaron unos papeles. Entonces como yo ya tenía todo organizado dije, ‘no pasa nada’. Pero el caso es que ya se me extraviaron los papelitos, como yo me casé en Sanlúcar y me tenía que casar en el ayuntamiento de ahí digo, pues mira, como ya hemos hecho la boda ya voy a pasar todos los papeles para el Ayuntamiento de Castilleja. Cuando ya fui yo a pedir todas las citas para el Ayuntamiento de Castilleja, cada vez que me iban a dar la cita no podía», comenzaba diciendo, echando la culpa de este «malentendido» al papeleo legal de ambos ayuntamientos.

«Simplemente es por el hecho de que yo tuve que ir posponiendo durante varios meses la boda porque mi padre en esa época estaba muy malo. Porque su tumor cerebral lo que le hacía era unos ataques de epilepsia, hasta que ya se lo pudimos controlar. Ya yo me quedé embarazada en el 2018 y, a finales de ese año decidimos entrar en Gran Hermano, y justamente nos casamos al salir», sentenció Irene Rosales en un intento por poner fin a todo el revuelo que ha marcado este sábado en el calendario por un nuevo escándalo protagonizado por la familia Pantoja.

Lo último en Actualidad

Últimas noticias