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Isabel Pantoja cumple un aniversario negro. Esta semana se ha cumplido el segundo aniversario del agrio momento en el que su hijo desató la caja de los truenos. Una efeméride que se ha cebado con ella al ver cómo su pequeño del alma (con quien no se habla desde hace meses) tenía que ser ingresado de urgencia en un hospital de Sevilla al sufrir un ictus.
El 17 de octubre de 2020, Kiko Rivera pulsó el botón de detonación de su familia. El Dj se sentó en el plató de Sábado Deluxe para hacer una catarsis personal que a la postre significaría el fin de la relación con su madre: «Soy el culpable de todo y tengo que dar la cara». Así comenzaba una intervención que nadie imaginaba que fuera a ser el primer episodio de un conflicto materno-filial aún abierto. Dos años después, Isabel Pantoja está sumida en un momento complicado de que no da la sensación que pueda salir a corte plazo a tenor de los acontecimientos que la rodean.
La entrevista del hijo de la tonadillera solo fue la introducción a lo que estaba por venir, la gran bomba en forma de un novedoso programa emitido en Telecinco. Hablamos cómo no de La Herencia envenenada supuso el cambio de la percepción que se tenía sobre Isabel Pantoja. Kiko llevó a plató una carpeta repleta de documentos que, según su versión, probaban cómo su madre creo una entidad denominada Cantora S.A con la que hipotecó Cantora a cambio de 50 millones, que en ese momento no era de nadie porque no se había hecho efectivo el reparto de la herencia de Paquirri, pese a que el torero había legado la finca a su hijo.
La información sacada a la luz por su hijo hizo que ambos incurrieran en un punto de no retorno. Su distanciamiento fue total y su guerra fría copó infinitas horas de televisión. Mientras que Kiko recorría los platós, Isabel Pantoja se recluyó en su casa, con Cantora convertida en su refugio. Allí, a su lado, su madre y su hermano. Nunca rompió su silencio al respecto pero perder a su hijo y de esa manera fue toda una puñalada al corazón.
No tanto como el golpe más duro que le ha asestado la vida: la muerte de su madre. El 29 de septiembre de 2021, la vida de Isabel Pantoja se desmoronó al ver fallecer a su madre en sus brazos. Doña Ana dijo adiós a los 90 años pero si algo bueno tuvo eso es que pudo tener un reencuentro físico con su hijo Kiko. Madre e hijo hablaron y se abrazaron, pero ese cara a cara no sirvió de nada a la postre porque sus diferencias se agravaron.
La mejor medicina para la intérprete de Marinero de luces fue la música. Cuando superó el luto por la muerte de su progenitora se embarcó en una gira por Latinoamérica en la que colgó el cartel de no hay billetes. El público al otro lado del charco siempre le ha brindado un gran cariño y ella aprovecha para darse un baño de masas siempre que canta ante ellos. De ahí salió la idea de prolongar su gira Enamórate hasta Norteamérica, pero ha dado con un hueso duro de roer.
La tonadillera no puede viajar a Estados Unidos. Necesita el visado especial por antecedentes penales que necesita para viajar hasta Estados Unidos. Para conseguirlo, debería ir al consulado de Estados Unidos en España a rellenar el formulario donde se declara arrepentida de los delitos cometidos y manifestar propósito de buena conducta. Por si fuera poco, tiene un conflicto legal por supuesto incumplimiento de contrato con la persona encargada de la organización de los shows en Nueva York, Chicago, Houston, Los Ángeles, Miami y Puerto Rico.
La preocupación no se quedaba ahí ya que este pasado viernes 21 de octubre se conocía la noticia del ingreso de Kiko Rivera en el hospital Virgen del Rocío por haber sufrido un infarto cerebral. Todo un mazazo para una madre que perdió a la suya hace poco más de un año.