HISTORIA

La historia que esconde la iglesia donde se casa Almeida: allí cayó el coche de Carrero Blanco

José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo contraerán matrimonio este sábado día 6 de abril en la iglesia de los Jesuitas

Se trata del mismo templo que fue testigo del asesinato de Luis Carrero Blanco en 1973

Los detalles del vestido de novia de Teresa Urquijo que le ha hecho la ‘prima’ de Almeida

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Marta Menéndez
  • Marta Menéndez
  • Televisión, Moda y Corazón. Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad de Lleida. Antes, redactora y locutora de informativos en la 'Cadena SER' y redactora de Cultura y nuevas tendencias en 'El Independiente'.
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Cuando el reloj marque las doce del mediodía de mañana, la iglesia de San Francisco de Borja, situada en el número 104 de la calle de Serrano de Madrid, acogerá el esperado «sí, quiero» entre José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo, que ha sido bautizado como «la boda del año». La pareja contraerá matrimonio, ante un sinfín de rostros conocidos, desde Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, al Rey Juan Carlos I. Todos ellos posarán a la entrada de un templo que cuenta con una triste historia detrás, ya que, en 1973, fue testigo del asesinato de Luis Carrero Blanco.

Corría la mañana del 20 de diciembre de ese año cuando, como solía hacer cada día antes de acudir a la sede de la Presidencia del Consejo de Ministros, el entonces presidente del Gobierno asistió a misa en la iglesia de San Francisco de Borja, también conocida como «Los Jesuitas». El duque de Carrero Blanco y grande de España se desplazó hasta el templo en su coche oficial sin presagio alguno de que aquel iba a ser su penúltimo trayecto. El último llegaría tras la celebración religiosa.

Almeida, Carrero Blanco, boda Almeida y Teresa

Carrero Blanco, en un acto oficial./ GTRES

Al término de la misa, el político se subió al vehículo, un Dodge 3700 GT negro fabricado en 1971 en la sede de Chrysler en Villaverde (Madrid). El automóvil iba conducido por José Luis Pérez Mogena, su chófer y voló por los aires a su paso por la calle Claudio Coello del madrileño barrio de Salamanca. Una explosión acabó al instante con la vida de los dos y con la del escolta e inspector del almirante, Juan Antonio Bueno Fernández. Asimismo, abrió un gran cráter en el asfalto cuyo efecto de la deflagración hizo que el vehículo ascendiera en vertical, en paralelo a la fachada de la iglesia donde Carrero había estado momento antes. El coche del político quedó suspendido en la azotea de la quinta planta. Finalmente, terminó cayendo en el interior del edificio. Concretamente, en el claustro, anexo a la iglesia.

Tras el asesinato de Luis Carrero Blanco y sus hombres estaba la banda terrorista ETA. Aunque en un primer momento la intención fue secuestrar al político y pedir a cambio de su puesta en libertad la excarcelación de 150 etarras, el nombramiento de Carrero como presidente del Gobierno y mano derecha de Francisco Franco hizo a la banda terrorista cambiar de planes. Los terroristas alquilaron un local en el lugar del incidente a sabiendas de que Carrero Blanco pasaba por allí todas las mañanas. Poco a poco, comenzaron a excavar un túnel hasta el centro de la calzada para colocar la dinamita que supondría su muerte al salir de misa.

Almeida, Carrero Blanco, boda Almeida y Teresa

La iglesia de San Francisco de Borja de Madrid./ OKDIARIO

La impunidad con la que los etarras prepararon durante meses el atentado de Luis Carrero Blanco coincidió con la visita a Madrid de Henry Kissinger, secretario de Estado. ETA reivindicó el atentado en el informativo en castellano de Radio París. Según su comunicado, su objetivo era ahondar en las divisiones intestinas del régimen entre los aperturistas y los puristas, señalando además a Carrero Blanco como «pieza fundamental e insustituible del franquismo». Aquélla fue la primera vez que ETA actuaba en Madrid, una ciudad aparentemente infranqueable.

El Canto de la Cruz

Ya con José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo como marido y mujer, la pareja y sus invitados abandonaran la iglesia antes descrita y se desplazarán hasta la finca El Canto de la Cruz, en Colmenar Viejo, propiedad de los abuelos maternos de Teresa Urquijo, para celebrar el convite. Según informó LOOK, en exclusiva, hace varios días, el encargado de éste será el histórico restaurante madrileño Lhardy, conocido por su consomé, su cocido madrileño y su famoso suflé.

El menú se servirá en la gran terraza de la residencia que los abuelos maternos de Teresa poseen en la finca. Lhardy es uno de los restaurantes más emblemáticos y antiguos de la capital madrileña. Por eso y muchas razones, la boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo Moreno también pasará a la historia. En este caso, con un final mucho más feliz.

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