La importante herencia que recibió Bertín Osborne antes de la muerte de su padre, Enrique Ortiz
Enrique Ortiz López-Valdemoro falleció el 18 de octubre de 2024
El padre de Bertín Osborne era el VIII conde de Donadio de Casasola y conde de Las Navas
La madre del presentador fue quien puso en marcha la fortuna familiar. Era dueña de Cruzcampo
Se ha hablado mucho de la herencia que ha recibido Bertín Osborne después de la muerte de su padre, Enrique Ortiz López-Valdemoro. Este acontecimiento, fechado el 18 de octubre de 2024, ha marcado un antes y un después dentro de la familia. Han asegurado que el presentador se ha hecho con un legado muy importante que mejorará su situación económica, pero hay un dato que debemos tener en cuenta. La verdadera responsable de la fortuna familiar es María Teresa Osborne y Marenco, madre de Bertín.
La matriarca era nieta del conde de Osborne, por lo tanto pertenecía a una de las sagas más influyentes de nuestro país. Sus antecesores fundaron las famosas Bodegas Osborne en el siglo XVIII, un negocio bastante rentable que catapultó al clan a lo más alto. Esta empresa fue creciendo, evolucionando y expandiéndose por España, hasta tal punto que se convirtió en una joya deseada por los empresarios más poderosos del momento.
La madre de Bertín y sus hermanas, Ángeles, Carmen y María Fernanda, se hicieron con el control del negocio, que pasó a llamarse Cruzcampo. Su equipo creó una cerveza que consiguió convertirse en un producto que se identificaba perfectamente con Andalucía y esa fue la clave del éxito. Más adelante, la familia quiso seguir creciendo y compró Henninger Brevery. De esta forma, la industria de la cerveza estaba en manos de los Osborne, con todo lo que eso conlleva.
El ‘error’ que cometieron los Osborne
El tiempo fue pasando y la familia Osborne pensó que lo mejor para todos era deshacerse del negocio. En 1991 Guiness absorbió a Cruzcampo, sin cambiar el nombre del producto. Varias fuentes aseguran que la madre de Bertín y sus hermanas (tías del presentador) vendieron sus acciones a un precio demasiado bajo. Eso quiere decir que no ganaron tanto dinero como estaba previsto, pero no hay que perder de vista algo importante: son las responsables originales de la marca y eso no tiene precio.
Esa es la razón por la que Bertín Osborne no se hizo con el control de Cruzcampo tras morir su madre. Sin embargo, heredó otra cosa mucho más importante: el prestigio de ser hijo de una de las fundadoras. Hay que tener en cuenta los orígenes aristocráticos de María Teresa. Los títulos fueron a parar a sus descendientes, consiguiendo que estos aumentaran su buena reputación dentro de la alta sociedad.
La unión de Bertín Osborne con su madre
La relación que Bertín Osborne mantenía con su madre era envidiable. Fue ella la que le apoyó cuando decidió ser cantante y probar suerte en el mundo del espectáculo. Su padre quería que se dedicase a algo más «serio», pero María Teresa decidió apostar por su talento.
Bertín y Enrique estuvieron distanciados durante un tiempo, tanto es así que el patriarca no fue a la boda de su hijo. Osborne no le invitó, pero piensa que no era necesario porque «los padres no necesitan invitación», según le explicó a Tamara Falcó en Mi casa es la tuya (programa de Telecinco).
María Teresa falleció a los 66 años, cuando Bertín acababa de cumplir 36. Fue un golpe muy duro para él, pero encontró refugio en sus hermanas, con las que mantiene una bonita conexión. Con el paso del tiempo pudo reconciliarse con su padre. Sucedió en 2020, en plena pandemia ocasionada por el coronavirus. Pasaron el confinamiento juntos y se dieron cuenta de que tenían en común muchas más cosas de las que parecía a simple vista.