Gustavo no fue el único: los secretos que han contado los chóferes de los famosos
Ruiz-Mateos, Jennifer López, Rocío Jurado o María Teresa Campos tuvieron chóferes convertidos en confesores
El peligroso paso atrás de Gustavo
El nombre de Gustavo Guillermo lleva años encima de la palestra. En nuestro país es conocido por haber sido trabajador de María Teresa Campos desde que tenía 19 años. Ahora, tres décadas después, se habla más que nunca de él por el reciente fallecimiento de la periodista pero también por su controvertida entrada en la casa de GH VIP.
Gustavo Guillermo, el chófer de María Teresa Campos / Gtres
El chófer de María Teresa acabó convertido en algo más que eso. Era el hijo que no tuvo y el guardián de todos sus secretos. Gustavo tenía una conexión materno-filial con su jefa. Y es que, si algo se puede destacar de ser conductor personal de famosos es que tienen acceso a una vida privada que a menudo está blindada, y no solo por los cristales tintados de sus vehículos. En su caso, le ha valido ser mirado con recelo durante años por sus hijas, Carmen Borrego y Terelu Campos, quienes pensaban que era el topo de la familia. Recientemente, acercaron posturas después de las palabras que tuvieron y que Look desveló en exclusiva.
A Gustavo y otros chóferes se les ha señalado como delatores de los secretos que llegan a sus oídos casi por accidente, mientras guían el automóvil en el que viaja el rostro conocido. Así, su testimonio se considera una piedra precioso para cualquier informador que se preste. Su relato les hace valedores de ser auténticos protagonistas de la crónica social, pero también de otros ámbitos como la política o la economía.
Víctor de la Cruz, chófer de Ruiz Mateos / Gtres
Más allá de Gustavo, uno de los últimos conductores en dar un paso adelante por méritos propios fue Víctor de la Cruz, conductor durante 22 años de José María Ruiz Mateos. Él protagonizaba la serie El Chófer de Cuatro. Cuando empezó a trabajar para él era el hombre más rico de España y durante años fue testigo mudo de sus intimidades: «Mi intención no ha sido otra que dejar la figura de mi jefe como lo que fue para mí. Eso sí, si mezclamos la figura de Rumasa con la de Nueva Rumasa entonces salta la bomba. Tengo claro que mi jefe acabó siendo un estafador y si encima doy con familiares de personas que compraron los pagarés, entiendo que se sospeche de mí nada más mirarme. Ahora, eso no tiene nada que ver por lo que yo aposté por él», reflexionaba en La Voz Digital.
Ruiz Mateos le incluyó en sus guerras propias contra «los poderes fácticos», como decía el empresario fallecido. Algunos ejemplos de esto fueron el fotografiar a la mujer del vicepresidente de un banco con su amante, así como encargos surrealistas como la planificación de un intento de atentado para inculpar al Opus Dei, la fuga de la Audiencia Nacional o el robo de cartas de las empresas expropiadas. Lo dicho, algo más que un chófer.
José María Franco / Mediaset
Otro de los chóferes mediáticos es José María Franco. Durante años fue guardián de las intrigas de Rocío Jurado. Esa colección de anécdotas junto a la más grande le sirvieron para escribir su libro Relatos de un chófer. Años después de su muerte recorrió platós de televisión contando algunos entresijos de la familia y enfrentándose con Rocío Carrasco.
Fosky, conductor de Isabel Pantoja / Mediaset
En este artículo también tiene cabida Fosky, el confesor -y chófer- de Isabel Pantoja. Este trabajador contó abiertamente algunos secretos como que «Julián Muñoz» se quiso matar con pastillas porque Isabel no venía. Cuando él salió de la cárcel, era un cadáver. Tenía una depresión tremenda. Se empastilló y me lo encontré vomitando». Asimismo, comentó que «Una vez me dijo, ‘Fosky si llego a tener una pistola ahora , me mato, he hecho de todo por Isabel’».
Cabe destacar que la de chófer es una profesión muy bien pagada. Por ejemplo, el salario anual medio para chóferes personales para ejecutivos y familias súper ricas en Londres es de entre 38.700 y 66.500 euros, tal y como refleja Irving Scott. En España, Gustavo y demás chóferes de famosos suelen cobrar unos 30.000 euros anuales, bastante por debajo de la media.