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La cuenta atrás para la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva ya ha comenzado. Será a mediados del mes de junio cuando la pareja contraiga matrimonio, en una celebración que, según ha trascendido, tendrá lugar en la finca familiar de El Rincón, ubicada en la localidad madrileña de Aldea del Fresno. Asismismo, también se ha confirmado que ejercerán como padrinos de boda la madre de Íñigo Onieva, Carolina Molas, y el hermano mayor de Tamara Falcó por parte de su padre, Manuel Falcó, actual marqués de Castel Moncayo.
Tamara Falcó paseando por Madrid / Gtres
A pocos meses de que se celebre el enlace, como es lógico, tanto Tamara Falcó como su prometido están ya inmersos en los preparativos del gran día, con todo lo que ello implica. Como es lógico, una boda de estas características puede llegar a conllevar una gran carga de trabajo, por eso la marquesa de Griñón no ha dudado en aprovechar para dedicarse un rato de relax y acudir a darse un masaje.
Vestida de manera casual, con pantalones oscuros, jersey, zapatillas y abrigo de corte oversize, Tamara Falcó no ha querido hacer declaraciones sobre cómo lleva los preparativos de la boda, ni tampoco sobre otras cuestiones que generan interés, como quién será el encargado de su vestido. La marquesa de Griñón ha preferido guardar silencio a la salida del centro de masajes al que ha acudido, antes de regresar a casa.
Lo que sí sabemos son todos los detalles de quién es la responsable de ayudar a la hija de Isabel Preysler a relajarse en las semanas previas a su enlace. La aristócrata ha acudido a uno de los centros de quiromasaje de Pilar Garijo, ubicado en una de las zonas más exclusivas de la capital.
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Se trata de un centro especializado en la terapia de quiromasaje, con más de 28 años de experiencia y un numerosos profesionales en esta técnica. El quiromasaje se desarrolla manualmente, a diferencia de otros tipos de masaje que se llevan a cabo con instrumentos o dispositivos. Se trata de una técnica en la que se aplican movimientos con las manos sobre diferentes zonas del cuerpo, con el objetivo de aliviar el dolor y la sensación de cansancio.
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Además de quiromasaje, en el centro de Pilar Garijo también se ofrecen otras terapias complementarias, como Pilates, Yoga o entrenamiento funcional. El centro pone a disposición de los pacientes múltiples posibilidades, desde clases individuales, en pareja o en grupos.
Íñigo Onieva y Tamara Falcó juntos. / Gtres
Con una amplia trayectoria, su fundadora, Pilar Garijo, ha desarrollado un método específico para ayudar a las personas a aliviar sus dolencias: «Llevo toda mi vida conviviendo con el dolor. Con los años, he desarrollado un método seguro y eficaz para ayudar a las personas que me rodean. En mis centros, mi equipo y yo ponemos todo nuestro cariño y dicho método a tu disposición», asegura. Sin duda, las opiniones y reseñas que se pueden encontrar en los distintos portales lo avalan.
A través de la página web del mismo centro se pueden contratar sesiones o regalar bonos. Los precios van desde los 60 o 65 euros con personal del equipo de Pilar Garijo u 80 o 85 euros en caso de querer un tratamiento personalizado con ella.