Miedo superado: el hijo de Bertín y Fabiola vence al coronavirus
El pasado 19 de septiembre, Fabiola Martínez desvelaba en sus redes sociales que su hijo Kike había dado positivo en coronavirus
Han sido dos semanas de preocupación y angustia, pero todo ha ido bien. Kike, el hijo de Fabiola y Bertín Osborne ha superado la cuarentena tras dar positivo la semana del 18 de septiembre en coronavirus. El resultado de la PCR de su hijo mayor cambió sus planes de manera fulminante. Fabiola se aisló con él en una habitación y lo ha cuidado día y noche en la casa familiar de Madrid. La noticia del positivo de Kike sorprendió a Bertín en Sevilla y, como medida de precaución, tal y como marca el protocolo sanitario, el cantante decidió quedarse en su finca mientras sus hijos y su mujer pasaban la cuarentena asilados en casa.
No han sido días fáciles, sin embargo, Kike se ha manifestado asintomático desde el principio y quizá por eso cada noche superada suponía una bendición para Fabiola que ha visto como su hijo ha cumplido con nota una prueba más. Es grupo de riesgo. Bertín, forzado a permanecer lejos de ellos, muy preocupado por la situación, ha llamado varias veces cada día. Fabiola no ha estado sola. Por suerte sus padres están con ella y han podido atender a Carlos, el hijo pequeño de la pareja, especialmente preocupado por su hermano.
Kike, aquel bebé que nació con una lesión cerebral en enero de 2007, ha ido superando con fortaleza momentos muy difíciles en su vida. El pasado enero le operaron en dos ocasiones en la misma semana para someterle a una intervención quirúrgica que pretendía mejorar su desarrollo. Había crecido mucho y tenían que manipular sus fémures para facilitar su movilidad. Tras varios días en la UCI, le esperaban largas semanas de recuperación en casa.
Kike tiene los mismos rasgos de su padre: enormes ojos azules, una sonrisa cautivadora, gran estatura y complexión fuerte / Gtres
Todo salió bien. Kike tiene los mismos rasgos de su padre: enormes ojos azules, una sonrisa cautivadora, gran estatura y complexión fuerte. Mide 1,70 y pesa 50 kilos. Este viernes era Fabiola – ella misma comunicó que su hijo había contraído el coronavirus dos semanas antes- la que anunciaba a través de su cuenta de Instagram que Kike se encuentra “muy bien” y que la cuarentena ya ha quedado atrás, solo pendientes de una prueba serológica de control. El propio Kike agradecía con un gesto de cariño, un gracias y un beso, todo el apoyo recibido durante la cuarentena a los casi 300.000 seguidores de su mamá.
La venezolana Fabiola Martínez se casó con Bertín en junio de 2006 y al año siguiente llegó Norberto (como su padre) Enrique (como su abuelo), el primer hijo de la pareja, a quien prefieren llamar Kike. El nacimiento fue traumático por la lesión cerebral que traía el pequeño. A los seis meses de embarazo, detectaron a Fabiola una infección por listeria y le practicaron una cesárea de urgencia. El pequeño fue prematuro, tal y como explicó su padre, de 29 semanas de edad gestacional, pero el problema no era que hubiese nacido antes de tiempo sino la infección generalizada que presentó que finalmente afectó al cerebro. Permaneció ingresado varios meses en Cuidados Intensivos Neonatales. Sus padres se implicaron en seguir un programa de estimulación intensiva desde el mismo día en el que abandonó el hospital madrileño La Paz donde vino al mundo, convencidos de que podían ayudar al pequeño a crecer en mejores condiciones que el de estado vegetal que los médicos pronosticaron. «A nosotros nos dijeron que el niño iba a ser ciego, y el niño ve; que no se iba a mover, y se mueve. Lo que demuestra que hay que creer y tener fe», declaraba Bertín a ¡Hola! cuando el bebé cumplía 10 meses. Ahora con 13 años, Kike es un chico que se comunica con los suyos y sigue trabajando duro para poder caminar.
La entrega diaria de su madre desde que nació le ha brindado a Kike, junto con el amor y la atención de su padre, la mejor de las terapias, además de un programa intensivo de estimulación y neuro fisioterapia. Fabiola ha declarado en alguna ocasión no saber a ciencia cierta de dónde saca las fuerzas, pero nunca le fallan. Hay momentos duros en los que aparecen inevitables temores y angustias. Una semana antes de conocer el positivo de su hijo Kike, hablaba del miedo en su cuenta de IG: “A veces el miedo no se quita, entonces tienes que aprender a hacerlo con miedo. Básicamente es que no dejemos que nuestros temores nos paralicen y que a pesar de ellos luchemos por lo que queremos, incluso con miedo, para que no dominen nuestra vida”. Este fin de semana, la familia Osborne celebrará haberlo superado una vez más. ¡Enhorabuena, Kike!