Los disfraces de mujer de Míchel y los perfumes de Butragueño: las claves de ‘Mi casa es la tuya’
Míchel, Butragueño, Sanchís y Martín Vázquez, conocidos en el mundo del fútbol como la Quinta del Buitre, han sido entrevistados por Bertín Osborne en ‘Mi casa es la tuya’, ‘olvidando’ a Miguel Pardeza, el quinto del grupo. Los aficionados del ‘deporte rey’ han podido rememorar, más de dos épocas después, su pasado de la mano de estos astros del balón.
La Quinta del Buitre le debe su nombre al periodista Julio César Iglesias, que ha dado el testimonio de su creación en el programa de Bertín: «Emilio llevaba unas pintas curiosas cuando salió al campo, unos pantalones grandes que le llegaban al pecho, un pelo largo y desgreñado. Un aficionado le dijo entonces desde la grada: ‘Vamos, buitre, arregla esto’. Aquello caló de una manera impresionante», desveló el periodista.
La Quinta del Buitre junto a algunos compañeros en partido de liga / Gtres
La infancia-adolescencia y el debut de Míchel
Bertín Osborne comienza su charla con Míchel, que se recuerda un niño bastante feliz y rollizo: «Me tomaba bocatas con chorizo y chocolate. De ahí que me llamaran michelín». De una familia humilde, su padre siempre le ha inculcado su pasión por el fútbol, con una pequeña diferencia: «Mi padre y mi abuelo eran del Atlético de Madrid. Me quisieron convencer, pero al final me impuse». Míchel atesora buenos recuerdos de cuando su padre- fallecido hace un año- le quiso llevar a las pruebas del Atlético, empecinado en que debutara allí. No duda en señalar que el mayor regalo que le pudo hacer a su padre en vida fueron los tres goles contra Corea, que presenció con orgullo.
El ex futbolista Míchel jugando a pádel / Gtres
De padre tipógrafo, siempre tuvieron un nivel de vida modesto, hasta que un día se obró el milagro: «A mis padres les tocó la lotería hace 51 años, 230.000 pesetas. Con eso se compraron un coche, una casa y guardaron dinero. Fue cuando tuvimos nuestra propia casa, antes vivíamos con mis abuelos», rememora el que fuera uno de los ases del balón. Su madre siempre ha estado rodeada de entrenamientos: «No ha tenido más narices que gustarle el fútbol. En mi casa no se hablaba de otra cosa».
El amor, el disfraz de mujer y los rumores de ‘maricón’
Siente un amor incondicional por su mujer, a la que conoció a los 13 años y con la que lleva casado 23 años. Tiene dos hijos, uno que se dedica a las redes sociales y el otro es futbolista, Adrián González. Míchel ha querido homenajear a su hijo en Telecinco, a raíz de las voces que hablaron entonces de ‘enchufismo’: «Le he entrenado, pero quien diga que mi hijo ha conseguido lo que tiene por ser mi hijo es un mediocre».
Míchel González y su mujer Mercedes Luengo / Gtres
Se ve capacitado para entrenar al Real Madrid y sueña con conseguirlo. Desmiente que se lleve mal con Florentino Pérez, como se ha publicado: «No me llevo mal con él, pero no comemos juntos todos los días. A lo mejor no valoró al Real Madrid de antes de su llegada, se centró más en el que estaba viviendo».
Míchel recuerda con cariño cuando le llamaron maricón por tocarle las partes pudendas al futbolista Valderrama, una imagen que se convirtió en historia del fútbol: «Estaba enamorado de él, hace poco que me devolvió las cartas que le envié», le ha confesado a Bertín en clave de humor. Cuenta que lo que realmente ocurrió en ese partido fue un mero pulso entre hombres: «Hubo un malentendido y Valderrama dijo algo de sus pelotas, que nadie se las iba a tocar. Y yo le dije que sí era capaz». Ha aprovechado la cobertura de Bertín para puntualizar que los ataques que sufrió no le afectaron y que defiende a los homosexuales.
Osborne le ha preguntado por un rumor que había oído de él, sobre su tendencia a querer vestirse de mujer. El ex futbolista, entre risas, se explica: «Eso pasó con motivo de la boda de Butragueño. No nos invitó a la boda porque era muy famoso, pero hicimos una cena días después y quisimos gastarle una broma. Yo, como estaba con el tema de maricón, me quise disfrazar de su mujer».
El baloncesto fortuito, la mili y la venta de perfumes de Butragueño
Emilio Butragueño fue socio del Real Madrid desde que nació, según le contaba su padre: «Fue al hospital, vio que era varón y que estaba sano y se fue a inscribirme», ha relatado en ‘Mi casa es la tuya’. Coincidiendo con Míchel, en su familia también había una predilección especial por el Atlético de Madrid. Sin embargo, antes del balón, llegó el baloncesto a su vida: «En el colegio me ofrecieron jugar de manera casual y le gusté al entrenador, cuando nunca había jugado», ha manifestado el ex futbolista.
Emilio Butragueño en imagen de archivo / Gtres
A los 13 años empezó a jugar a fútbol y reconoce que tenía idealizado al Real Madrid, con el que no tuvo buena química en un principio: «No me quisieron en la primera prueba que hice en la Ciudad Deportiva, tuve que batallarlo». Compaginó sus pinitos con la mili. Recuerda una anécdota muy curiosa: «Tuve que decirle al sargento que me dejara salir antes ese día porque jugaba en el Bernabéu. El hombre flipó».
No puede olvidar cuando surtía de colonias a sus compañeros, gracias a la perfumería de su padre: «Llegaba con quince bolsas de plástico y muchos botes. Nos decía la cantidad que le debíamos y nosotros, como venganza, íbamos al banco y se lo dábamos todo en monedas», ha relatado Butragueño entre risas.
Por su parte, Sanchís y Martín Vázquez se unieron a la entrevista para hacer un merengue en la cocina de Míchel. Repasaron con Bertín sus imágenes más emblemáticas de la época, aunque su protagonismo en ‘Mi casa es la tuya’ fue menor que el de Míchel y Butragueño.