El deseo de Carla Goyanes para 2025 tras el triste fallecimiento de su hermana, Caritina Goyanes
La familia de Carla Goyanes tiene por delante una Navidad complicada
Ha asistido a un evento en Madrid junto a los pequeños de la familia
El espíritu navideño se enfrenta este año al dolor en el hogar de Carla Goyanes. La empresaria vive las primeras fiestas tras el fallecimiento de su padre, Carlos Goyanes, y su hermana Caritina, dos pérdidas que marcaron profundamente a su familia en agosto pasado. Sin embargo, Carla, con su característico optimismo, habló por primera vez sobre cómo afronta estas fechas en el evento Starlite Christmas, celebrado en Madrid. Lo único que desea es que su querido clan tenga salud para afrontar las nuevas aventuras del destino.
Con una sonrisa que reflejaba más fuerza que felicidad, Carla confesó: «Hoy estamos aquí solo para hablar de cosas alegres. Ellos merecen que estemos todos felices y que sigamos adelante. A los de arriba les encantaría que estuviéramos así, por nosotros mismos y sobre todo por ellos. Hay que hacer un esfuerzo y ellos ayudan mucho desde donde están».
Carla Goyanes, con su hijo y con su sobrina. (Foto: Gtres)
Su deseo para el 2025 es salud. Su familia ha atravesado una etapa complicada y cree que lo único que necesitan es eso y fuerza para seguir adelante.
¿Cómo se encuentra Cari Lapique?
Carla asistió al concierto de Camilo acompañada por su hijo mayor, Carlos, y su sobrina, Mini Cari, ambos grandes admiradores del artista. «He venido con mi sobrina, mi hijo y una amiga. Los niños son súper fans. Les encanta, y la verdad, a mí también. Camilo es un pedazo de artista», comentó con entusiasmo. La música y el ambiente festivo ofrecieron un respiro emocional para la empresaria, quien reconoció que pasar tiempo con los más pequeños le ha permitido enfocarse en lo positivo.
Carla Goyanes durante su última aparición pública. (Foto: Gtres)
Además, aprovechó la ocasión para hablar sobre el estado de su madre, Cari Lapique, quien también enfrenta estas fechas con el peso del duelo. «Ahí va, poquito a poco. Sí, poco a poco», dijo sobre el lento proceso de recuperación de su progenitora ante las cámaras de Gtres.
Un año lleno de pérdidas irreparables
El 2024 será recordado como uno de los años más duros para los Goyanes. En agosto, el patriarca de la familia, Carlos Goyanes, falleció a los 79 años tras sufrir un infarto mientras dormía la siesta en su residencia de Marbella. Menos de tres semanas después, la tragedia golpeó de nuevo con la muerte de Caritina, de 46 años, también a causa de un infarto.
Estas pérdidas han dejado un vacío profundo en la familia, especialmente en Carla, quien era muy cercana tanto a su padre como a su hermana. A pesar de ello, la empresaria ha encontrado consuelo en el amor y apoyo incondicional de su círculo más cercano.
El apoyo de sus amigas
Una fuente de luz en este oscuro año ha sido el grupo de amigas de Carla, quienes se han mantenido a su lado en los momentos más difíciles. Recientemente, la empresaria compartió una emotiva publicación tras una reunión con ellas. «Feliz de compartir estos días con vosotras. ¡Qué difícil es conseguir un día para juntarnos todas! Dicen que las amigas son la familia que uno elige para lo bueno y lo malo. Gracias por estar siempre ahí», escribió junto a fotografías que reflejaban risas y complicidad.
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Entre estas amigas se encuentran nombres como Teresa Baca, con quienes Carla mantiene una relación cercana. En estos encuentros, la empresaria ha encontrado una vía para reconectar con la alegría, incluso en medio del duelo.
Mirando al futuro con esperanza
Pese al dolor, Carla Goyanes no pierde de vista lo esencial: la salud y la felicidad de su familia. De cara al próximo año, tiene un deseo claro. «Muchísima salud, sobre todo mucha salud», expresó durante el evento, subrayando la importancia de valorar lo verdaderamente importante.
Con fuerza y valentía, Carla afronta estas Navidades enfocada en honrar la memoria de sus seres queridos, disfrutando de los pequeños momentos y arropada por el cariño de su familia y amigos. Su historia es un recordatorio de que incluso en los momentos más difíciles, el amor y el apoyo pueden ser el mayor consuelo.