La confesión que sacude la ruptura de Andy y Lucas: "Es una persona violenta, yo le tengo miedo"
Andy y Lucas finalizaron su carrera como dúo tras la gira 'Nuestros últimos acordes'
Durante los últimos meses surgieron tensiones, diferencias de gestión y reclamaciones económicas
En su último concierto permanecieron distanciados, y ahora cada uno sigue su camino

Casi dos años después de anunciar su despedida de los escenarios, Andy y Lucas han visto cómo su historia de amistad y éxito se ha convertido en un culebrón público. La gira Nuestros últimos acordes cerró un ciclo marcado por la enfermedad de Lucas, diagnosticado con una cardiopatía isquémica que le obligó a reducir su actividad profesional. Lo que debía ser un adiós emotivo se vio empañado por tensiones internas que durante meses solo circulaban en rumores, hasta que la verdad ha comenzado a salir a la luz.
El primero en poner los puntos sobre las íes ha sido Álvaro Molina, promotor del dúo, quien por primera vez se ha sentado frente a las cámaras para contar lo que ocurría detrás de bambalinas. Sus declaraciones han dejado a más de uno boquiabierto. Según Molina, la relación entre los artistas era mucho más compleja de lo que aparentaban: «Lucas era más complicado. Me arrastró por el suelo y me pisó la pierna. Es una persona violenta. Yo le tengo miedo», afirmó sin rodeos, añadiendo que algunos episodios del pasado fueron tan graves que él todavía los recuerda con angustia.
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Mientras tanto, la atención mediática también se ha centrado en Lucas por otros motivos: se han revelado supuestas deudas millonarias que tendría con antiguos productores, representantes y colaboradores, e incluso con Andy. Por su parte, Andy ha decidido dar un paso al costado en cuanto a polémicas y se concentra en su proyecto en solitario, Marioneta, que se lanzará el próximo 10 de noviembre. Sus seguidores esperan con curiosidad cómo el exintegrante del dúo definirá su carrera independiente tras años de éxitos compartidos.
La fractura entre ambos comenzó a hacerse evidente meses antes del último concierto, con incidentes que algunos testigos calificaron como discusión acalorada en el camerino de Badajoz. Los rumores de gritos y tensiones físicas se desmintieron inicialmente mediante comunicados, asegurando que su relación era «como hermanos». Sin embargo, en septiembre, Lucas ofreció una entrevista en la que criticaba abiertamente a Andy, acusándole de falta de disciplina y asumiendo él mismo la carga empresarial del grupo. La respuesta de Andy no se hizo esperar: mensajes crípticos en redes sociales que muchos interpretaron como indirectas hacia su compañero, reflejando la frustración acumulada.

Andy y Lucas en un concierto en Madrid. (Foto: Gres)
El punto álgido de esta saga llegó en octubre, con la cancelación del concierto en A Coruña, supuestamente por problemas de producción, y la denuncia de un promotor reclamando a Lucas 360.000 euros, deuda que él negó rotundamente. El último concierto en Madrid se convirtió en un escenario cargado de tensión; Andy, visiblemente incómodo, evitó cualquier interacción con los medios, mientras Lucas atendía las preguntas sin ocultar la distancia que ya existía entre ellos. La comunicación entre ambos estaba prácticamente limitada a abogados, y el ambiente entre bambalinas era frío y distante.
Hoy, el adiós de Andy y Lucas no solo marca el cierre de una etapa musical, sino que también deja en evidencia cómo las rivalidades, las presiones y los conflictos financieros pueden afectar incluso a los artistas más unidos. Lo que comenzó como una historia de éxito y complicidad se convierte ahora en un ejemplo de cómo las relaciones personales y profesionales pueden desmoronarse bajo la mirada pública. Mientras tanto, ambos emprenden caminos separados: Andy en solitario, buscando reinventarse, y Lucas lidiando con sus problemas de salud y las polémicas económicas. La leyenda del dúo sigue viva en los corazones de sus seguidores, pero la realidad tras las cámaras demuestra que incluso los lazos más fuertes pueden romperse.