El código de vestimenta en el fallecimiento del Papa: etiqueta en la Corte y diplomacia Internacional
El fallecimiento de un Papa es un evento de trascendental importancia, tanto dentro del ámbito de la Iglesia Católica como en el contexto global
El protocolo y la etiqueta que rige el funeral de un Papa es uno de los aspectos que más genera preguntas

El fallecimiento de un Papa es un evento de trascendental importancia, tanto dentro del ámbito de la Iglesia Católica como en el contexto global. El Papa, como líder religioso y figura de peso mundial, no sólo convoca a los fieles para una despedida espiritual, sino también a una multitud de dignatarios internacionales, monarcas, reinas y jefes de Estado que asisten en calidad de representantes de sus países. El protocolo y la etiqueta que rigen estos eventos son fundamentales, y el código de vestimenta es uno de los aspectos que más genera preguntas.
El funeral papal es una ceremonia solemne donde el respeto y la jerarquía juegan un papel esencial. En este contexto, los monarcas, mandatarios internacionales y diplomáticos deben vestir de acuerdo con las tradiciones de sus respectivas instituciones, mientras observan las estrictas normas de protocolo que imponen los organizadores del evento. La cuestión de qué vestir, qué está permitido y qué está prohibido es una de las preguntas más frecuentes en estos momentos de duelo. A continuación, analizaremos las normas que los asistentes de alto rango deben seguir para asistir al funeral del Papa, destacando especialmente a monarcas y mandatarios, con un enfoque en lo que deben y no deben llevar.
El Papa Francisco en el Vaticano. (Foto: Gtres)
Uno de los principios fundamentales del protocolo en cualquier funeral de una figura de la importancia del Papa es la sobriedad. La vestimenta debe reflejar el luto y el respeto por el difunto, sin ningún atisbo de ostentación ni distracción. En el caso del funeral papal, los monarcas, mandatarios internacionales y diplomáticos deben adherirse a este principio, eligiendo prendas que sean apropiadas para una ceremonia tan solemne.
Los monarcas, tanto católicos como no católicos, deben seguir un código de vestimenta que refleje su posición, pero al mismo tiempo se adapte al tono solemne del evento. El protocolo vaticano establece que los monarcas deben vestir de manera formal y discreta, sin caer en el lujo excesivo, aunque algunas variaciones existen según la tradición de cada casa real. Para los monarcas católicos, como los Reyes de España, Bélgica o los Países Bajos, la vestimenta debe ser de luto, pero con un toque de tradición eclesiástica. Los trajes oscuros, generalmente de color negro, son la opción más común. Sin embargo, la diferencia principal radica en los accesorios y en las prendas que pueden llevar para mostrar respeto por la Iglesia.


La Reina Letizia en un acto en Madrid. (Foto: Gtres)
Algunos monarcas católicos, especialmente las reinas, tienen la opción de llevar la mantilla, un velo negro de encaje que es tradicional en las ceremonias litúrgicas católicas, especialmente en los funerales papales. Este gesto simboliza respeto y humildad, algo muy valorado en la Iglesia. Las mantillas se colocan sobre la cabeza y los hombros, y aunque no es obligatorio, es un signo de deferencia hacia la figura papal. Es importante recordar que, aunque el traje sea oscuro y respetuoso, las medallas y distinciones pueden ser utilizadas con moderación, pero sin desentonar con la solemnidad del evento.
En el caso de las reinas no católicas, el uso de sombreros no es obligatorio, pero algunas eligen llevar uno pequeño y discreto como parte de su atuendo. Es una decisión que depende de las costumbres de la realeza en su país. Si prefieren no usar sombrero, algunas optan por un velo discreto como señal de respeto. En cuanto a las joyas, las reinas no católicas deben evitar el exceso de adornos. Aunque pueden llevar algunas medallas, distinciones o piezas de joyería discretas, la premisa es siempre la moderación. Un collar sencillo, unos pendientes pequeños o un reloj elegante son adecuados, siempre que no sobrecarguen el atuendo.


Máxima de Holanda con el Papa Francisco. (Foto: Gtres)
Por su parte, los monarcas católicos que tienen un vínculo militar, como el Rey Felipe VI de España, pueden optar por un uniforme militar. Sin embargo, este debe ser lo más sobrio posible, con medallas limitadas y sin un exceso de adornos. Es crucial que, aunque el uniforme sea una opción válida, no desentone con el tono de respeto hacia el difunto. En cuanto a los monarcas no católicos, como los reyes de las naciones escandinavas, el Reino Unido o los monarcas de Asia, las reglas de vestimenta siguen el mismo principio de respeto, pero no están influenciadas por las normas religiosas católicas. A pesar de las diferencias religiosas, estos monarcas deben adherirse a las mismas normas generales de luto y formalidad, adaptadas a sus tradiciones nacionales.
Los monarcas no católicos, como el rey Harald de Noruega, visten un traje oscuro de luto, generalmente en tonos de negro, gris oscuro o azul marino. Las mujeres suelen optar por un traje de chaqueta o un vestido largo, mientras que los hombres se inclinan por el traje oscuro con corbata negra. En estos casos, el atuendo es muy similar al que llevarían en cualquier otro evento formal, pero con una clara distinción en el color y los detalles que transmiten respeto por el fallecimiento.


El Rey Felipe VI en un acto oficial. (Foto: Gtres)
En el caso de un evento de gran formalidad como el funeral papal, los monarcas no católicos pueden elegir entre un frac o un traje de corbata negra. El frac, tradicionalmente usado en eventos de alta formalidad, es aceptable si la ocasión lo amerita, aunque no es tan común en funerales, a menos que se trate de una ceremonia particularmente elaborada. En general, el traje de corbata negra es la opción más popular y apropiada para los monarcas no católicos.
El protocolo para los mandatarios internacionales y diplomáticos en el funeral papal es también estricto. Estos funcionarios deben vestir de manera que refleje su posición, sin desviarse de la formalidad y el respeto que exige la ocasión. Los presidentes, primeros ministros y diplomáticos deben llevar un traje oscuro, generalmente negro, en señal de luto. Este traje debe ser sobrio y profesional, sin detalles llamativos. El uso de corbata negra es obligatorio, y los accesorios deben limitarse a lo esencial, evitando medallas o distinciones a menos que se trate de símbolos oficiales que representen su país.


Pedro Sánchez en un funeral de Estado. (Foto: Gtres)
Una regla crucial para los diplomáticos y jefes de Estado es que deben evitar colores brillantes o patrones llamativos. El color negro es sinónimo de respeto y sobriedad, y las prendas de colores vivos o estampadas no son apropiadas para un evento tan solemne como el funeral del Papa. Las corbatas deben ser de color oscuro y los trajes no deben tener ningún adorno que los haga parecer menos formales. Las mujeres diplomáticas también deben seguir las mismas reglas de luto que los hombres, pero con un toque de distinción femenina. Los vestidos o trajes de chaqueta en tonos oscuros son apropiados, siempre que sean lo suficientemente formales. Al igual que con los hombres, el uso de adornos o joyas excesivas debe evitarse. Las mujeres pueden llevar pañuelos o velos discretos si lo desean, aunque no es una obligación.
El funeral papal es un momento único de luto y reflexión para la Iglesia Católica y para el mundo entero. En este contexto, la vestimenta de los dignatarios, monarcas, reinas y diplomáticos debe ser un reflejo del respeto que se le profesa al Papa y al evento en sí. Las normas de etiqueta en cuanto a vestimenta son estrictas y detalladas, pero siempre buscan preservar la solemnidad y la reverencia que demanda el fallecimiento de una figura tan trascendental.