Ceremonia secreta y detención de su ex: los detalles de la boda más convulsa de Britney Spears
El 2022 se presentaba como un año cargado de éxito para Britney Spears. Después de haber permanecido más de una década bajo la tutela de su padre, la cantante ha recuperado la libertad por todo lo alto. Lo ha hecho dándose el “sí, quiero” con el que ya es su marido, el iraní Sam Asghari, demostrando así que la relación entre ambos va viento en popa y que está cumpliendo lo que prometió durante el juicio frente a su progenitor: “Quiero casarme y tener un bebé”.
Britney Spears en un photocall / Gtres
Pudiendo ya actuar con total autonomía, era durante el pasado mes de septiembre cuando la artista se hacía eco de su compromiso a través de su cuenta de Instagram: “¡No puedo creerlo!”, exclamaba en su red social, junto a un montón de iconos de anillo que hacían saltar las alarmas de sus más de 40 millones de seguidores. Y como no podía ser de otra manera, la intérprete de Toxic lució un precioso anillo de diamantes del joyero Roman Malayev.
Casa de Britney Spears / Gtres
Durante estos ocho meses, Britney y su pareja han tenido oportunidad de ultimar todos los detalles de un enlace del que no han querido desvelar prácticamente nada. Y es que, aunque la noticia sobre la ceremonia salió a la luz durante el pasado jueves, los novios no quisieron confirmarla ni desmentirla en un intento por mantenerla en la máxima hermeticidad y que ningún inconveniente pudiera empañarla. Pero ni con todo el cuidado que llevaron a cabo lograron que la boda estuviera exenta de incidentes. Unas horas antes del inicio del evento, Jason Alexander, expareja de Spears, intentaba entrar en el domicilio de la cantante con el único objetivo de colarse en la boda. Así lo apuntaba el portal TMZ, contando además que el protagonista transmitió todo el proceso a través de su cuenta de Instagram, haciendo que agentes de la policía del condado de Ventura se presentaran en el enclave para detenerle.
Casa de Britney Spears / Gtres
Por otro lado, People ha sido el medio encargado de sacar a la luz que, finalmente, la boda tuvo lugar según lo esperado y Britney y Sam ya son marido y mujer. La cantante llegó al altar ataviada bajo un vestido de Donatella Versace, donde la esperaba su marido bajo la atenta mirada de grandes rostros conocidos a nivel internacional como Paris Hilton o Madonna. Los grandes ausentes a la velada fueron algunos de los familiares de la artista, como los padres y su hermana, a quienes la protagonista no incluyó en la lista de invitados.
Esta es la tercera vez de su vida en la que la intérprete se viste de novia. Ya lo hizo por primera vez con Jason Alexander en Las Vegas, en enero de 2004, anulando el matrimonio tan solo 55 horas después de que tuviera lugar. La segunda ocasión fue de la mano de Kevin Federline, con quien Britney mantuvo un romance entre otoño de 2004 y primavera de 2007. Ahora, ha vuelto a probar suerte con Asghari, de quien esperaba un bebé durante el pasado mes de abril, pero posteriormente abortó.