La cara B de Rebeca Torró: una obsesión secreta y un pasado en el punto de mira de antifraude
El PSOE se encuentra en uno de los momentos más convulsos de su historia cercado por la corrupción
Pedro Sánchez ha elegido a la valenciana Rebeca Torró como sustituta de Santos Cerdán
Santos Cerdán y José Luis Ábalos están siendo investigados por la UCO acusados de pertenecer a una trama corrupta

Rebeca Torró estrena un cargo tocado por el escándalo y ya son muchos los que colocan la lupa sobre ella y su también cuestionado pasado. Sobre su nuevo puesto planea la sombra de la corrupción que han marcado las salidas de sus dos predecesores. Tanto Santos Cerdán como José Luis Ábalos han sido secretarios de Organización del PSOE y se encuentran en el foco de la UCO. Una posición motivada por pertenecer, supuestamente, a un entramado corrupto bajo el nombre de caso Koldo, mediante el cual se habrían beneficiado de mordidas por asignación de contratos públicos a dedo. Tanto es así que el primer mencionado se encuentra en la prisión de Soto del Real, ya que el juez ha decretado su ingreso por considerarlo el número uno de la trama.
El pasado de Receba Torró tampoco ha estado exento de polémicas, de hecho estuvo en el punto de mira de antifraude por un material que se adquirió durante el covid. La justicia no la consideró culpale, pero durante la época en la que fue secretaria autonómica de Economía, operó para que la Generalitat obtuviese la primera remesa de productos de protección frente a la pandemia. Otra curiosidad es que tiene una obsesión que pocos conocían: es coleccionista de plumas. Posee alrededor de 50 ejemplares y las usa con frecuencia, pero ¿cómo ha sido su trayectoria?
Tras cursar la licenciatura de Derecho en la Universidad de Valencia, pronto se introdujo en la política. Su primer proyecto público fue teniente de alcalde y concejala de Urbanismo de Ontiyent, su localidad natal. Este cargo le hizo forjar una relación muy estrecha con Ximo Puig, algo que catapultó su carrera al plano regional y nacional, desde el Gobierno de la Comunidad Valenciana.
Rebeca Torró dando un discurso. (Foto: Instagram)
El pasado año 2009 contrajo matrimonio con su marido, Rubén Llin. Fruto de esta unión nació Aitana, su única hija y con la que comparte algunas de sus aficiones. Ambas se declaran fieles seguidoras del fútbol y siempre que pueden acuden a animar al equipo femenino del Levante Club de Fútbol. También se rinden al juego del Valencia C. F., pero la abogada no se olvida del conjunto deportivo de su pueblo, el ya desaparecido Ontinyent. Desde joven ha practicado numerosas disciplinas deportivas y ha mantenido una vida estrechamente ligada con la actividad física. Se declara enamorada del mar y de la montaña, dos parajes donde ha encontrado, a lo largo de su trayectoria, su particular refugio.


Rebeca Torró con su hija en un partido de fútbol. (Foto: Instagram)
Otra de sus actividades de interés que desarrolla en el tiempo libre es la cocina y, cuando se sumerge en esta estancia de la casa, aprovecha para escuchar música, algo que engrosa la lista de sus pasiones. Pero sin duda, lo que más ha llamado la atención de lo que rodea a Rebeca Torró es su extraño afán por coleccionar plumas estilográficas. Unos objetos que elige minuciosamente y que utiliza para redactar en su día a día.
Este mismo sábado 5 de julio, en el transcurso de la Comisión Federal del Partido Socialista Obrero Español, Pedro Sánchez se ha dirigido a todos los miembros de una reunión celebrada en la sede de Ferráz y que ha congregado a altos cargos de la formación. Sin embargo, ha sido 24 horas antes cuando el actual presidente del ejecutivo de España desveló quién ocupa desde ya el hueco vacío que dejó Santos Cerdán: Rebeca Torró. Una mujer de Valencia que pertenece al círculo político más cercano del que fuera mandatario de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig.


Rebeca Torró junto a Ximo Puig en un acto del PSOE. (Foto: Instagram)
Se trata de la tercera fémina que ostenta este cargo de relevancia dentro de la agrupación socialista. Llega después de Leire Pajín, durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, y de Carmen García Bloise, en el mandato de Felipe González. Un puesto en el que estará acompañada de Anabel Mateo Sánchez, Francisco Salazar Rodríguez y Borja Cabezón. Una reestructuración interna que acontece en plena crisis del partido. Por ello y como novedad, tendrá subordinados que eviten la concentración de poder que ostentaban hasta ahora los números tres de los socialistas.