Así ha cambiado la vida de Ainhoa Arteta desde que casi pierde la vida
A Ainhoa Arteta (58) el verano de 2021 le cambió la vida. A su divorcio con Matías Urrea, su cuarto marido, se sumó un cólico nefrítico por el que tuvo que permanecer ingresada prácticamente un mes en el hospital de El Puerto de Santa María, en Cádiz. Esto derivó, asimismo, en una grave septicemia generalizada a consecuencia de una infección por la bacteria E-Coli por la que los médicos, que llegaron a temer por su vida, tuvieron que amputarle dos falanges de su mano, concretamente el dedo índice de la mano derecha, y otro del pie derecho. Sin duda, un duro golpe que la obligó a pasar un tiempo alejada de la opinión pública y de los escenarios. Exactamente cinco meses. «Estuve seis días de coma inducido y me dieron tres horas de vida. Es un milagro que yo esté viva», expresó en una entrevista a Emma García para el programa Fiesta.
Ainhoa Arteta en un evento / Gtres
Se cumple pues este fin de semana, un año desde que la natural de Tolosa ofreciera el que supuso el primer concierto de su nueva vida en el Teatro de la Zarzuela, situado en el número 4 de la calle de Jovellanos, en el barrio de Justicia de la capital madrileña, que la soprano, tal y como ha afirmado ella misma en reiteradas ocasiones, «considera su casa»; y un sentido homenaje a la música española, mexicana, sudamericana e italiana, con el acompañamiento al piano de Javier Carmena. «Estoy como hacía tiempo, disfrutando de mis amigos y de poder hablar con muchísima gente que antes era casi imposible», expresó pletórica ante los medios de comunicación».
Ainhoa Arteta en un concierto en Madrid / Gtres
Desde esa fecha, Ainhoa ha demostrado continuar centrada en su carrera musical. Sin ir más lejos, recientemente visitó la Basílica de la Virgen, en Valencia, donde acudió para grabar una cantata dedicada a la Virgen de los Desamparados, a iniciativa de la Tuna de Derecho, con motivo del cincuentenario de la Ronda a la Virgen de las tunas universitarias y el centenario de la Coronación de la Mare de Déu. Además, la guipuzcoana ha asistido a Il Ballo del Doge, una de las fiestas más exclusivas del mundo del carnaval veneciano, que ha contado con la presencia de otros conocidos rostros españoles, como Agatha Ruiz de la Prada junto a su novio, el abogado José Manuel Díaz-Patón, o la cónsul de Bulgaria en Andalucía, Rocío Vázquez.
«Semana de emociones nuevas e intensa para mi alma…Venecia, marco único e incomparable donde me habían invitado muchas veces y esta vez he podido asistir (…) Aquí os comparto algunas imágenes. Yo asistí con mi maravillosa amiga Rocío y conocí a personas maravillosas», ha contado ella misma a los más de 50 mil seguidores que reúne en su perfil de Instagram.
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En lo personal, Arteta sigue volcada en sus dos hijos, Sarah Croft e Iker Garmendia -la primera fruto de su matrimonio con el estadounidense Dwayne Croft e Iker, de su relación sentimental con el jinete guipuzcoano Jesús Garmendia. Precisamente con ellos pasó el día de los enamorados. «Mis valentines para toda la vida», expresó en su perfil de Instagram. Lo que deja entrever que, por el momento, su corazón no tiene nombre propio en cuanto a relaciones sentimentales se refiere.